Profesión del futuro: desarrollador de aplicaciones

La principal conclusión del XIV Encuentro TIC de APD y AMETIC, recientemente celebrado, es la necesidad de profesionales del mundo digital que permitan evolucionar al país desde la economía del ladrillo y el turismo a una economía digital. El Ministerio de Industria tiene a un grupo de expertos trabajando en la política que aplicarán en los próximos años, y que deberá estar basada en herramientas TIC. Uno de sus principales puntos de actuación serán las PYME, quieren integrarlas en plataformas de ecommerce para que vendan en el exterior. En este cambio de mentalidad y evolución del negocio a un modelo digital del siglo XXI harán falta desarrolladores de aplicaciones, entre otras cosas, que encaminen el negocio de las PYME a Facebook y a los móviles para promover su negocio, a Linkedin (si son negocios industriales B2B), y la propia Internet. Es fundamental poner la idea en marcha, la incógnita es saber cuando será posible, dada la dramática situación económica de las PYME menos tecnificadas, y los recortes de ayudas realizados por las administraciones.

Hoy, los desarrolladores españoles de Apps optan por subir sus productos a la App Store. La tienda de Apple es su mejor negocio por tener 400 millones de cuentas activas de un target de consumidores medio-alto, acostumbrados a pagar por las aplicaciones. Un negocio redondo para los desarrolladores, que se han repartido 5.000 millones de dólares, el 70% de los ingresos logrados por su trabajo. Aún más valorado por los desarrolladores son los estrictos controles de seguridad de Apple para evitar copias fraudulentas. Ambos puntos no se dan en Google Play, y es la razón que impide a la tienda de Google hacer sombra a Apple. Un desarrollador que se precie trabaja para Apple, y deja el trabajo para los smartphones o tabletas Android en último lugar. Ambas razones se agudizarán en la App Center de Facebook, tan abierta que será manejada ¿o inmanejable? por los propios desarrolladores. Por otra parte ¿es buen negocio exponer el trabajo en una plataforma de 900 millones de personas acostumbradas al gratis total? la lógica hace pensar que no, y ni siquiera como un banco de pruebas, los productos saldrían quemados al mercado. El desarrollo de Apps es una profesión de futuro, el problema es que el gratis total y la crisis económica suman un cóctel capaz de matarla en estado embrionario.