18 de abril de 2024, 9:05:25
Dircom 2.0

Sergi Herrero, director general de L,Atelier-BNP Paribas Group en San Francisco


“Sobrevive un uno por mil de las start-ups de Silicon Valley”

“El empleado número siete de Facebook es millonario”

Por Susana Blázquez

El mayor banco de Francia tiene a un experto en Silicon Valley para detectar las tendencias tecnológicas que luego traslada a sus clientes. Es Sergi Herrero, que nos cuenta la dinámica de creación de start-ups en el ombligo mundial de los emprendedores, muy alejado del imperante en Europa. Silicon Valley concentra el mayor número de fondos de capital-riesgo por kilómetro cuadrado del mundo.


¿Se mantiene la dinámica de creación de empresas en Silicon Valley?

Si, seis o siete grandes fondos de capital riesgo invierten unos 15.000 millones de $ anuales en start-ups. Ha variado la exigencia, que es superior a la de hace unos años.

¿Cuál es la dinámica de creación?

Los emprendedores desarrollan sus ideas, unos lo hacen a ratos libres, y otros dejan su trabajo para hacerlo. Cada año nacen un millar de start-ups con financiación propia, y los proyectos que logran una masa estable de clientes en un año busca capital-semilla entre amigos y familiares, obtienen una media de 150.000 $. El capital-semilla considera una masa estable de clientes en función del tipo de servicio o producto, cuando va dirigido a Corporate vale con siete clientes, pero cuando va a gran público puede rondar los mil clientes.

Los emprendedores acuden a fondos de capital riesgo en la segunda ronda de financiación, y solo un 10% de ellos obtiene de medio millón a millón y medio de $, la cantidad invertida por los business-angels en cada start-up.

¿Cuántas de las start-ups financiadas por business-angels sobreviven?

De un tres a un cinco por ciento. El segundo proceso de validación de la idea es escalar la empresa, se debe llegar al millón de usuarios cuando es un producto de gran consumo. Aquí muere otro 90%, el resto es adquirida por un múltiplo de diez a quince veces el valor invertido, puede ser por salida a bolsa o porque te compre un Facebook, Google o Microsoft. A este punto suele llegar un uno por mil de las start-ups puestas en pie por los emprendedores.

¿Qué pasa con el resto, sobreviven si cubren gastos?

No. En Estados Unidos hay que lograr el éxito, es la meta de los emprendedores. La empresa que crece a un 3% durante sus primeros años, por ejemplo, es considerara un fracaso. Los fondos de inversión no quieren ni ver a empresas que obtengan su rentabilidad en diez años. Cada año invierten en 15 o 20 start-ups, obtienen la rentabilidad de la que culmina el éxito y se van del resto. Lo normal es que desaparezcan, es muy raro que un emprendedor siga adelante con su idea si a los 24 meses no ha crecido la empresa de forma exponencial, se le va el equipo a otra empresa y eso es una sangría inaguantable. Si ha llegado a ese punto, el fundador vende la empresa a precio de coste y se va a trabajar a otra. El lema de Estados Unidos es “go big o go home”.  

¿Y encuentra trabajo fácilmente, no se le considera un fracasado?

Ese concepto no existe. El mismo fundador que ha conseguido levantar dos millones de dólares con su idea cierra la empresa cuando se queda sin dinero, que suele ser de 12 o 18 meses. Hasta entonces ha puesto toda la carne en el asador, pero con las mismas lo deja. Antes se ha ido yendo el equipo de trabajo fundacional, es lo normal. No se van porque no cobren un sueldo, sencillamente es que solo quieren estar en empresas triunfadoras. Los emprendedores dan a sus primeros empleados participaciones de la empresa, por pequeñas que sean. El empleado número siete de Facebook es millonario. Los trabajadores y los emprendesores de Silicon Valley buscan el siguiente boom.

¿No son felices en una empresa solvente aunque no sea la número uno?

Para ellos, la felicidad es estar en una empresa de éxito en la que puedan desarrollar todo su potencial. Tienen una forma diferente de medir la felicidad, un sueldo para pagar las necesidades básicas, trabajar sin trabas, y stocks de la empresa para hacerse millonarios cuando se revenden con un multiplicador de quince sobre el valor inicial. Por eso entran en empresas que no han explotado, y se van de las que no van a hacerlo.

Mi vecino fue el trabajador número 55 en Twitter. Tiene 25 años, un sueldo básico y un minúsculo porcentaje accionarial de la empresa que le reportará de millón a millón y medio de dólares cuando cotice. Luego se irá a otra empresa,.

¿Quedan muchos cadáveres del camino?

Si, pero no es el mismo cadáver de Europa. Si una idea no funciona, no funciona, se van a otra cosa y ya está. Mentalmente son más fuertes que los europeos, han interiorizado la cultura del fracaso y no paran a recuperarse porque no hay que recuperarse de nada.

No aguantaría la forma lenta de trabajo española. Tienen reuniones de 25 minutos para hablar solo de lo que se debe hablar, las comidas de trabajo son de 35 minutos y no de tres horas, y la gente trabaja de seis de la mañana a cuatro de la tarde de forma más intensa. Luego hacen su vida familiar y por la noche resuelven los correos electrónicos durante una o dos horas, igual que los sábados. Conectan y desconectan muy bien, y no sienten como un día de trabajo el sábado en el que han contestado un par de horas los mail, ni por estar siempre conectado con el móvil, que lo están. Es una dinámica más intensa y productiva de trabajo que no mezclan con el ocio, cuando desconectan lo hacen de verdad.

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