Elon Musk revoluciona la galaxia

Elon Musk dice muchas cosas y casi todas son sorprendentes e increíbles, en los sentidos más literales de cada palabra. Pero no dice mentiras. Si se propone crear un coche eléctrico totalmente autónomo, lo hace. Si se propone enviar humanos a Marte y crear allí una colonia, lo hace. Y ahora ha dado un segundo paso de enorme importancia (el primero hace tiempo que lo dio, al fundar SpaceX): ha lanzado con éxito el Falcon Heavy, una maravilla de la ingeniería aeroespacial que ha asombrado al mundo. Y lo ha hecho a su manera, con la excentricidad de meter un Tesla Roadster descapotable dentro de la cápsula incluida. El vehículo está ahora mismo vagando por el espacio con un maniquí vestido de astronauta a bordo. En la pantalla del vehículo pone "Don't Panic", que no cunda el pánico. En una de las placas de la nave, un mensaje: "Hecho en la Tierra por humanos".

Más allá de los "huevos de Pascua" que ha incluido Musk en su invento, el Falcon Heavy es el cohete en servicio más potente del mundo. Mide 27 metros de altura y está propulsado por 27 motores que proporcionan el mismo empuje que 18 aviones Boeing 747. Se distribuyen en tres cohetes, dos de los cuales aterrizaron de nuevo con una precisión milimétrica (el tercero se estrelló a 100 metros de la base teledirigida que debía recogerlo, en pleno océano). Todo ello permite cargar hasta 64 toneladas con un precio de 90 millones de dólares por operación, frente a los casi 350 millones que costaba hasta ahora realizar algo similar.