Las malas señales se confirmaron con la toma de posesión de Enrique Peña Nieto como presidente de México. Aún con la banda presidencial cruzando su pecho, el mandatario priista anunció una reforma del sector de las telecomunicaciones que afectaba directamente a la posición dominante del grupo propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, introduciendo, además de variantes tecnológicas, una mayor competencia en el mercado local.
Poco antes,la Agencia Nacionalde Telecomunicaciones (Anatel), ente regulador de Brasil (país donde América Móvil obtiene el 24% de sus ingresos), impuso a la compañía una serie de regulaciones asimétricas con el objetivo de bajar los precios a los consumidores. Para colmo, en abril de este año,la Anatelmultó a Claro con diez millones de dólares por irregularidades en el cobro del Fondo de Supervisión de las Telecomunicaciones.
La Superintendenciade Industria y Comercio de Colombia le pasó a América Móvil una factura en concepto de multa por 319 mil dólares por cobros indebidos a usuarios de TV de pago.
Uruguay fue más duro aún con el negocio dela TVde pago de Slim: el Gobierno le retiró el permiso para brindar ese servicio.
En Argentina, América Móvil no se libró de la larga mano dela Administración Fernández.El espectro para telefonía móvil que pertenecía a la antigua Movicom le fue otorgado a la empresa estatal Libre.ar creada para competir en el mercado argentino, tras un fallida licitación. Lo cierto es que los mexicanos estuvieron muy cerca de llevarse el premio mayor. De hecho, la única empresa con posibilidades era Claro, pero se decidió no otorgarle las frecuencias a un solo oferente para evitar “un proceso de concentración que finalmente terminaría en una situación de monopolio”, sostuvo, en su momento, el Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
Claro sufrió otro golpe, pero esta vez en Chile. En agosto pasado, el Servicio Nacional al Consumidor anunció que la operadora compensará con unos 60 dólares a 4.200 consumidores afectados por una supuesta filtración de datos personales desde su sitio web.
Las consecuencias de tan larga secuencia de malas noticias no tardaron en llegar. América Móvil perdió valor en Bolsa al detectar los inversionistas las dificultades del grupo en la región. A su dueño, Carlos Slim, no le fue mucho mejor: dejó de ser el hombre más rico del mundo, según el último ranking de la revista Fortune.
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