También sostiene que los líderes empresariales no se diferencian de los atletas, ya que ambos colectivos persiguen el alto rendimiento en sus respectivas actividades profesionales. Y para llegar a altas cotas de dicho rendimiento, esto requiere estar muy atentos, tener capacidad de reflexión y contar con un plan que vaya mucho más allá de la obtención de objetivos.
El beneficio a mediano y largo plazo es el que vale en materia de desarrollo personal. No dependen de cumplir bien una meta, sino una sucesión de planes, proyectos, tareas y objetivos debidamente cumplidos durante años.
El método que Garnett propone es tan simple, que incluso puede ser mal interpretado o considerado poco riguroso. Pero justamente debo recordarle a mis lectores, que las teorías en el ámbito organizacional referidas al comportamiento humano, cuánto más simples mejor se entienden y también mejores beneficios otorga a la organización y su gente.
Lo que sí persigue el método, es que al respondernos a nosotros mismos, veremos con claridad cuáles han sido los aspectos más sobresalientes y los que lo han sido menos, de toda nuestra actividad de la semana que cerramos.
Si los puntos negativos son más numerosos que los positivos, tampoco hay que prestarle demasiado atención, porque como bien señala Laura Garnett, este comportamiento que tenemos es muy similar a la meteorología, que después de días malos y con lluvia vuelve a salir el sol.
Lo que Garnett expresa con claridad y que comparto y he explicado reiteradamente en mis artículos sobre inteligencia emocional, es que cuando uno es capaz de ver la raíz más profunda de algo que nos causa preocupación, entonces es seguro que ya esté mentalmente preparándose para hacer los necesarios cambios para la nueva semana que se inicia.
De ahí que, reflexionar en viernes es como abrir simultáneamente el camino de los lunes y una nueva semana en la que nos hemos impuesto superar las barreras y mejorar en todo aquello en que nos esforcemos. Y les aseguro que este es el camino del éxito, no hay otro. El éxito no surge de manera espontánea, sino que es un proceso.
Por tanto, controlar la evolución de nuestra cuota de éxitos o fracasos con las preguntas que Garnett nos propone, creo que es ideal para no perder control de todo el escenario en el que nos movemos.
Las preguntas de Garnett
1º ¿Cuál ha sido el trabajo o tarea realizada esta semana que más me ha interesado?
2º ¿Cuántos momentos de satisfacción Ud. ha tenido esta semana con su trabajo?
3º ¿Cuántos han sido los momentos frustrantes o aburridos?
4º ¿Cómo describiría la influencia que Ud. tiene con el resto de miembros del equipo o compañeros de trabajo, con clientes, o con cualesquiera otras personas con las que haya tenido trato esta semana?
5º ¿Es esta la influencia que Ud. quiere?
6º En caso de que no sea el impacto que Ud. busca, ¿que piensa Ud. que debe haber sucedido para que las cosas no salieran como esperaba?
7º ¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la próxima semana?
8º ¿Estuvo Ud. aburrido?
9º ¿Cuáles fueron los desafíos más importantes y satisfactorios de esta semana?
10º ¿Cuál fue su nivel de confianza en sí mismo esta semana?
11º ¿Ha tenido alguna actitud mental negativa hacia su persona?
12º ¿Está Ud. ejercitándose en poder lograr cualquier meta que se proponga?
13º ¿Está Ud. comprometido de buscar resultados innovadores y buen ambiente en el trabajo?
14º ¿Cuáles han sido las distracciones durante la semana que le han privado de sacar el mejor rendimiento a su trabajo?
15º ¿Cómo puede evitar de que esto vuelva a repetirse?
En términos generales, puede decirse y coincidimos con Garnett, que se puede haber cumplido con la meta impuesta, pero quizás el tránsito no fue agradable, estuvo lleno de dificultades, siendo especialmente molestas aquellas que hayan provocado fricciones internas en el equipo.
Entonces se podrá ver con claridad el “por qué”, cuál fue la causa, que en definitiva es lo que nos permite hacer los cambios para impulsar nuevas acciones corrigiendo las que anteriormente no nos fueron del todo satisfactorias.
Es del todo evidente, que en la situación actual en la que estamos en España, queriendo salir de una crisis que nos “tiene cariño” y no quiere irse, podrían los lectores preguntarse –y con razón- de que la mayoría de las personas con responsabilidades no tienen el tiempo ni las ganas para hacerse este autodiagnóstico.
Justamente, para eso existen personas como Garnett que nos ayudan a reflexionar, porque caso contrario que los agobios –y valga la redundancia- nos sigan agobiando, la forma de romper con este círculo vicioso es cambiar el ángulo de miras, tratar de entender qué nos pasa o qué hemos hecho mal. Y si concluimos que las cosas las hicimos bien pero no sentimos ese nivel de satisfacción que deberíamos tener, entonces la raíz de nuestra preocupación hay que indagarla como propone Garnett.
Espero que estas reflexiones que hago hoy, sean de utilidad para mis lectores.
Si (
No(
