La facturación total de Google alcanzó los 90.200 millones de dólares el año pasado, y la de Facebook los 27.600 millones. Esto supone, más o menos, el 60% de los ingresos globales por publicidad digital. Amazon podría seguir pronto esta senda. Según eMarketer, la empresa de Bezos facturará este año unos 1.000 millones de euros en publicidad solo en EEUU y esta cifra podría multiplicarse por 20 en 3 años. Hay signos de corrimiento publicitario hacia el gigante del comercio electrónico. GroupM calcula que sus clientes están multiplicando entre 10 y 15 veces su inversión publicitaria en Amazon.
El primer grupo de medios de comunicación en español, PRISA, que además es líder destacado en audiencia digital, acercándose a los 20 millones de visitantes únicos, muestra estos signos: su facturación publicitaria en Internet creció un 24,4% en 2016. Pero en los seis primeros meses de este año solo ha aumentado el 5,2%, a pesar de su sensible incremento de audiencia. El año pasado PRISA tuvo una facturación de 1.360 millones. El conjunto de la prensa diaria en España ha visto descender su facturación publicitaria en torno al 9% en el primer semestre.
En el mercado norteamericano la situación es de enorme elocuencia. Hace 13 años Google facturaba por publicidad 70 millones de dólares y ahora está en más de 90.000 millones, como vimos anteriormente. Esta cifra representa más del doble de todos los ingresos publicitarios de cualquier tipo de los diario norteamericanos. Los ingresos publicitarios de la prensa en EEUU eran aún de 63.000 millones de dólares en el año 2000. La caída del empleo en el sector ha sido espectacular: en junio de 1990 había casi 458.000 empleos en prensa. En marzo del año pasado la cifra era de 183.000. La circulación semanal total de los diarios estadounidenses, tanto impresos como digitales, descendió un 8% el año pasado, según un análisis de Pew Research Center.
Según informamos en otra noticia en este mismo medio, un informe de WAN-IFRA concluye que Facebook tan solo contribuyó a un 7% de los ingresos de los principales miembros de la asociación, con una media que apenas alcanza el 3%.
Ante esta peligrosa deriva para la calidad y la diversidad de la información en las sociedades democráticas, empiezan a oírse más voces que piden que los gigantes de Internet sean regulados como si fueran servicios públicos esenciales, como la electricidad o el agua. Es curioso comprobar que tanto los comentaristas de la derecha como los de la izquierda coinciden en la idea de regular las plataformas, especialmente Google, como una "utility". Recientemente, Michael Bloomberg comparó a Facebook con una compañía de telecos. Actualmente, ninguna agencia reguladora tiene jurisdicción sobre las plataformas digitales de la manera, por ejemplo, que lo hace la FCC con la industria del teléfono. En el Congreso de los EEUU hay varias propuestas para imponer nuevas reglas en ciertas operaciones de búsqueda digital. Facebook, Google y Amazon harían bien en poner atención y ayuda para evitar el total hundimiento de los medios de comunicación tradicionales.
Si (
No(
