11 de octubre de 2024, 15:09:41
Medios de Comunicación

Entrevista exclusiva | Salvador Molina, presidente de Telemadrid


“Haremos todo lo posible para la despolitización de Telemadrid”

Por Miguel Ángel Ossorio Vega

El nuevo presidente de Telemadrid, elegido por sorteo, busca convertir el ente en una marca transmedia y multiplataforma que atraiga al público joven y se centre en contenidos cercanos a los intereses de los madrileños para desprenderse de la imagen negativa que ha tenido en los últimos años.


¿Qué planes tiene como Presidente de Telemadrid?

Salvador Molina: El Consejo de Administración de Telemadrid es un órgano colegiado y, por lo tanto, la opinión de uno de los consejeros, aunque sea el presidente, no es suficiente. Los medios de comunicación y la renovación que tiene que asumir la radiotelevisión madrileña exigen el consenso de todos. No obstante, y no voy a eludir la pregunta, te diré lo que yo, a título personal como consejero, pienso qué es lo que hay que hacer, un pensamiento compartido con varios consejeros más: concebir el medio de nuevo de acuerdo con las pautas del siglo XXI, hacer una renovación en todos los medios que existen respecto a una concepción transmedia. Es decir, ver realmente cuáles son las narrativas que preocupan a los ciudadanos de Madrid y que no están cubiertas ya por los medios tradicionales, por la televisión privada y la televisión pública estatal. Y en esas tornas, que son realmente importantes para la cultura de los madrileños, para las necesidades de los madrileños, dotarles de un mensaje unívoco transmitido a través de la televisión convencional, de la televisión digital y a la carta, de la radio tradicional y de la radio digital y a la carta, y por supuesto también a través de medios escritos que soporten esos mensajes. Incluso de eventos pegados al tejido social y real que tiene la Comunidad de Madrid y que es infinitamente rico y que hay que ayudar, potenciar, colaborar y estar pegado a la calle. Ese periodismo de cercanía, de estar en los lugares que son noticia, que son actualidad, que son preocupación y que son estímulo de los ciudadanos de Madrid, sea en el Ayuntamiento de la capital, o sea en los ayuntamientos de otros lugares dentro de la Comunidad hay que potenciarlos, acompañarlos y de alguna manera liderarlos en la comunicación. Y esa comunicación tiene que ser unívoca sea en la radio, en la televisión, en los medios escritos o en vivo y en directo en los eventos que se celebren.

¿Ese sería entonces su modelo de televisión autonómica, un modelo transmedia cercano al pueblo?

S.M.: Ese es el formato. Lo importante también es el contenido. Y el primero de los contenidos que nos dice la Ley es que tiene que ser una televisión despolitizada, sin ideología. Es verdad que tiene que ser muy informativa, pero sin opinión y sin comentarios, sin orientación de la información. Esa es la primera realidad que tiene que contener el nuevo modelo de televisión y de radio madrileña. El segundo concepto es qué cosas le preocupan a los madrileños y que no están suficientemente cubiertas. Y ahí imagino que surgirá un debate muy rico entre los distintos consejeros para ver en qué cosas hace falta marcar más la intensidad de los contenidos. Para mí hay algunas cosas que son obvias: la primera es lo que hablábamos antes, estar pegado a la sociedad civil. Hay un elemento muy importante que es el deporte base, esos grandes clubes que tenemos no sólo en fútbol, pero también en fútbol, que no salen en los informativos y en las retransmisiones de otros canales. También hay que ocuparse de los otros. Estar pegado al deporte base, apoyarlo, promocionarlo, para mí es una necesidad. Junto a eso, movimientos sociales y culturales y los propios valores sociales que tiene esta nueva Madrid, que tienen que ver con igualdad de género, con comportamientos sociales y humanitarios de apoyo, con voluntariado, apoyos a minorías, inmigrantes… y a necesidades acuciantes de la sociedad madrileña, que la sociedad civil no solo la pública, sino la privada, está cubriendo y apoyando. Esa imagen de principios y valores que realmente tenemos los madrileños tiene que estar de alguna manera sobrevolando toda la televisión. Para mí hay un elemento al cual tengo mucho cariño, todo aquello que tiene que ver con la empleabilidad y la cultura digital, porque hemos escuchado a nuestros dirigentes políticos hablar muchas veces de generar a Madrid como un factor tracción, como una capital de la cultura digital y de la economía digital. Esto y el empleo tienen mucho que ver, van juntos, por lo que se pueden hacer labores de estímulo al emprendimiento, al autoempleo, a la promoción de esas start-ups digitales. Y, a la vez, ir generando cultura digital, acompañamiento a las Generaciones Z y millennial, muy activas en el mundo social y en Internet y en algunos eventos y foros de Madrid. Lo que hay que hacer es contextualizar, apoyar, respaldar y generar ahí una corriente. Los actores están, falta la escena, y la escena la puede poner Telemadrid.

¿Qué planes hay para el desarrollo digital de Telemadrid?

S.M.: El proceso actual de la nueva radiotelevisión madrileña es que se van a disolver los tres entes que hay actualmente creados, el titular de la radio, el titular de la televisión y la corporación. Todos sus activos y pasivos van a pasar a la sociedad que yo presido. Este proceso está previsto que pueda estar finalizado en el mes de enero del año que viene. A partir de ahí será cuando se ponga en marcha ese proceso del que venimos hablando de renovación y de nuevos contenidos y enfoques. Pero es verdad que no nos vamos a quedar ociosos desde aquí hasta enero. Durante este trimestre vamos a elaborar lo que se llama la carta básica, que aparte de definir los formulismos por los cuales se va a regir la institución y la relación de la mercantil con su propietario, que es la Comunidad de Madrid, todos los madrileños, su componente básico y estratégico es diseñar el nuevo modelo de lo que tiene que ser radiotelevisión Madrid. Y en ese diseño del modelo es donde se van a plantear todos esos retos de cómo hacer digital la tele, cómo hacer digital la radio, cómo hacer un mass-media digital que englobe la tele, la radio y las comunicaciones escritas. Cómo facilitar la integración entre ese mass-media con el social media y las distintas redes que nazcan ahora o en un futuro, porque ya sabes que cada año o cada seis meses surge algo nuevo que es disruptivo y que cambia la forma de concebir el 2.0. Por lo tanto, a eso nos apuntaremos, pero a partir de enero, aunque empezaremos a pergeñarlo a partir de octubre.

¿Hay algún plan para crear nuevos canales?

S.M.: Más que crear nuevos canales, en la medida en que potenciemos ciertas narrativas transmedia, ciertos contenidos, esos contenidos no tienen por qué ser exclusivos de una redifusión analógica normal, sino que pueden nutrir canales tematizables o temáticos, tanto a través de la propia redifusión digital de esos canales, como su posible traslación a otros soportes. Pongo dos ejemplos que no son nuevos, pero que no llegaron a tener una vida demasiado propia: si se entiende que la salud es una gran preocupación de los madrileños y se potencia todo lo que tiene que ver con salud, comida sana, hábitos saludables, etc., esto podría tener un traslado en una serie de producciones propias tanto en televisión como en radio, y ese correlato nutrir lo que sería un canal digital específicamente audiovisual focalizado en estos temas. Pero, además, por qué no trasladar eso a hospitales o centros de día o cualquier otro centro asistencial donde el alimento es un componente natural importante no solo en la cura de personas que pueden tener problemas o enfermedades, sino en la generación de hábitos que puedan ser preventivos de estas situaciones. Lo mismo se puede aplicar por ejemplo a esos contenidos de cercanía que tienen que ver con el mundo más cultural o festivo o deportivo de Madrid: podrían nutrir una serie de contenidos que podrían ser un canal enfocado a los visitantes que vienen a Madrid, a los turistas o a los que periódicamente visitan nuestra ciudad por motivos de trabajo. Podrían tener un canal para conocer cuál es la actividad cultural, social y deportiva de Madrid, y esto podría tener un correlato no solo a través de un canal digital, sino a través de un canal en ciertas cadenas hoteleras de Madrid que lo redifundan. Son dos proyectos que no son nuevos, como el Canal Metro, que nutrió Telemadrid durante muchos años. Pero en la medida en que pueda haber producción propia, de alguna manera focalizada en esas narrativas concretas, pueden tener esa doble o tercera vida a través de esta tematización. No son canales temáticos per se, sino producto de esa focalización.

¿Serían canales de emisión por Internet con parrilla propia?

S.M.: No se trata de emitir en vivo y en directo por Internet, sino de ofertar en vivo y en directo y que cada telespectador, oyente o lector pueda compaginar su propio contenido en el soporte que quiera, audio, vídeo o escrito. Esto facilita un acercamiento a las nuevas generaciones, los millennials y la Generación Z. Todos ellos están habituados a generar su propia interacción, a ser ellos los que llevan las riendas de su vida, también en los contenidos. No soportan encender la televisión y que les hable y les cuente: quieren irse a sus parrillas y diseñar, buscar qué quieren ver, seguir y conocer en esos contenidos audiovisuales. Para ellos es mucho más asequible un formato en el que tengan una televisión y radio a la carta, unos contenidos a la carta, en lugar de hacer una redifusión. Bien es verdad que para ciertos soportes, como esos canales tematizables, sí habría que hacer una parrilla de programación.

¿Se va a recuperar la señal internacional?

S.M.: Hace diez años las televisiones autonómicas eran ricas y tenían todos los proyectos que pudieran surgir y pensarse. Algunas comunidades autónomas proyectaron su visión de marca regional, en algún caso bajo un concepto soberanista o nacionalista, fuera de sus fronteras a través de esa señal internacional. Es cierto que respecto a las audiencias nunca tuvieron un resultado, respecto a la monetización tampoco. Yo creo que diez años de crisis después es un proyecto a no olvidar, a tenerlo en el pasado del histórico reciente de televisiones como radiotelevisión Madrid. Pero no es una prioridad.

¿Hay algún plan para eliminar la publicidad en Telemadrid?

S.M.: Pues espero que no, porque yo creo que varias instituciones están pidiendo a la radiotelevisión pública estatal que vuelva la publicidad como un elemento de cofinanciación. Que en Telemadrid hiciéramos este viraje inverso no creo que fuera propio de estos tiempos de crisis que todavía vivimos ni propio de una televisión que les cuesta a los madrileños un dinero, en torno a 10 euros y medio por ciudadano. Si renunciamos a la publicidad aumentaríamos el gasto de los ciudadanos de Madrid. En cualquier caso eso no corresponde al presidente del Consejo de Administración de Telemadrid, sino a la Comisión de Control, a la Asamblea de Madrid y al Ejecutivo. Pero si mi opinión sirve de algo, no renunciaría nunca a un ingreso.

¿Existe algún plan para explorar nuevas vías de financiación, al margen de la aportación pública y de la publicidad?

S.M.: Hay que partir de la base de que la radiotelevisión madrileña vive como principal fuente de financiación de los contratos programa que establece con el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid. La segunda es la comercialización de la cadena a través de la publicidad, los patrocinios, etc. La preocupación es más de hacer rentable cada producción propia o programa que se haga que buscar fórmulas mágicas de financiación de una radiotelevisión. Las tradicionales, las privadas, han vivido siempre de la publicidad pura y dura. En eso creo que hay un margen de mejora muy importante para la radiotelevisión madrileña, y junto a mejorar y ganar cuota dentro de la tarta publicitaria nacional habría un segundo elemento: conseguir que la mayor parte de las producciones propias, mediante patrocinios, esponsorizaciones y otras fórmulas como el product placement, habituales en televisiones de todo el mundo, pudiera haber contenidos que vinieran financiados desde su inicio y que no supusieran un desembolso importante para la cadena.

Para aumentar el peso de esa tarta hay que aumentar la audiencia. Telemadrid está en torno al 4,8% de share, muy por debajo de los niveles en los que llegó a estar. ¿Cómo se va a intentar aumentar la audiencia?

S.M.: La crisis de la radiotelevisión autonómica, y son 14 las entidades que existen, no es un fenómeno local de Madrid, sino general. Surge de la concentración de la publicidad en dos grandes actores que deben de estar rondando el 90% del pastel televisivo de la publicidad, Atresmedia y Mediaset, sociedades cotizadas en Bolsa y con una alta rentabilidad para sus acciones. Eso ha hecho que otras entidades de tamaño medio, como las autonómicas, perdieran la rentabilidad. Y esto se convirtió en un círculo vicioso: para conseguir que esa pérdida de ingresos no pesara sobre los ciudadanos, se renunció a cosas como emisiones de grandes eventos deportivos, La Liga, series de televisión de gran impacto y éxito internacional, etc. Al producirse una reducción en este tipo de emisiones de prime time, se produjo una caída en picado de las audiencias. A partir de ahí esa caída ha sido un círculo vicioso permanente: si tengo menos dinero, hago menos programas de calidad, y si tengo menos programas de calidad, compito peor con aquellos que tienen mayor colchón financiero. Y con ese pulmón financiero de los grandes grupos es muy difícil competir. ¿Cómo se puede romper ese círculo vicioso? Pues difícilmente buscando simplemente una solución de financiación o de inversión en grandes emisiones de eventos deportivos o grandes programas de éxito de la televisión internacional. Hay que buscar una televisión y una radio distintas, más pegadas al ciudadano y con modelos de que cada producción sea autofinanciable, con programas que puedan ser exportables a otras cadenas, y esto es una apelación más a la imaginación y el ingenio de los madrileños y de su Consejo de Administración. Pero el pasado nos dice que existe y que funciona. ‘Madrid Directo’ fue un programa que nació en Telemadrid y fue un éxito tan grande que fue clonado por otras televisiones autonómicas. En Canal Sur se sigue emitiendo ‘Andalucía Directo’, por ejemplo. Pero en Televisión Española se convirtió en uno de los programas estrella. Y ese formato lo propuso Telemadrid. Esto mismo es trasladable a otros formatos que arrancaron en la cadena y que sirven para dar solución y servicio a los madrileños y, por otra parte, si pueden ser exportables a otras cadenas, pues estupendo.

¿Cree que Telemadrid sigue teniendo la etiqueta de canal asociado al Partido Popular?

S.M.: El origen de la Ley de 28 de diciembre del año pasado parte, entre comillas, de esa mala conciencia. Se plantea desde los primeros párrafos la despolitización de la radiotelevisión y una búsqueda de compromisos éticos que hagan que la transparencia aflore en la cadena y la despolitización sea un eje vertebrador. Este principio rector lo mantenemos dentro del Consejo de Administración todos y cada uno de los que participamos en él y haremos todo lo posible no sólo para que sea una realidad, sino para que también sea percibido y plausible por los ciudadanos de Madrid. En el periodo de transición en el cual todavía nosotros no hemos asumido los activos y pasivos de Telemadrid y lo hemos puesto en marcha, no podemos hacernos responsables de lo que se haya hecho. Pero sí es verdad, y ahora hablo como espectador, que ha habido un antes y un después desde la llegada de Alipio Gutiérrez a la dirección de informativos de Telemadrid. Y, por lo tanto, yo creo que aunque esto haya sido una promesa alargada en el tiempo, porque aún no se ha puesto en marcha la nueva Telemadrid, sí ha habido durante 2016 un cambio significativo en la desaparición de programas de tertulia política, de programas de análisis y comentario político, y una presencia mayor de información de cercanía y de información regional y local.

¿Se va a mantener Alipio como director de informativos o con este cambio…?

S.M.: Eso no va a depender del Consejo de Administración de Telemadrid. Una de las primeras misiones del Consejo será elegir a un director general. Será el nuevo director general quien ponga a su equipo de acuerdo a sus directrices y con el consenso del Consejo de Administración, pero evidentemente si queremos hacer un cambio significativo tenemos que confiar en un nuevo director general que sea quien deberá traer su propio equipo o asumir el que hay actualmente. No es nuestra decisión.

¿Suena algún nombre como director general?

S.M.: Sonar suenan muchos nombres, pero esto es como la música de discoteca: lo importante no es la que suene, sino la que estás dispuesto a bailar. Es prematuro todavía sin haber elevado un concurso público para la captación de un nuevo director general hablar de candidatos o candidaturas. El proceso aún no se ha abierto y, por tanto, aún no hay ningún candidato.

¿Será un proceso abierto?

S.M.: Sí, eso lo dice la propia Ley. Simplificando mucho, lo que dice la Ley es que el Consejo de Administración hará las labores de convocatoria de ese concurso público, al cual podrá acudir el mayor número de personas que se interesen por el mismo. Uno de los compromisos del Consejo es facilitar la comunicación y asistencia de este concurso público y facilitar que el mayor número de personas con un perfil suficiente para optar por ese puesto lo haga. La segunda misión será hacer head-hunter, filtrar los distintos candidatos que se hayan postulado para la dirección general de Telemadrid, ver cuáles son más meritorios y seleccionar o al que más méritos tenga o a los que más méritos tengan, y proponer o a un único candidato o a una terna de candidatos, porque la ley no obliga a una cosa o la otra. Y que sea la propia Asamblea de Madrid, representada por los cuatro partidos políticos que los madrileños votaron en su día, la que, de acuerdo con la propuesta técnica del Consejo de Administración, hagan una decisión política de nombrar al director general de la nueva Telemadrid.

¿Qué ha pasado con el ERE? ¿Se va a readmitir a los empleados?

S.M.: La nueva Telemadrid asumirá los activos y pasivos producto de la liquidación de los tres entes actuales. El ERE está en esas tres entidades, y por lo tanto si hay algunos derechos adquiridos en el momento de la transferencia de esos pasivos, se nos informará de que en concepto de pasivo hay unos determinados requisitos respecto al ERE o respecto a trabajadores, hayan o no salido del ERE, que tengan derecho a una reincorporación o a una indemnización en función de su situación. Pero esto imagino que serán los Tribunales sociales los que lo han determinado o lo determinarán de aquí a entonces, y que tendremos que cumplir y asumir de acuerdo con la ley, no de acuerdo con una decisión política o del Consejo de Administración.

En su día se llegó a amenazar con cerrar Telemadrid si había que readmitir a esos empleados por ser inasumible hacerlo. Si ahora hubiera que readmitir a todos los perjudicados por el ERE, ¿volverían las amenazas?

S.M.: Hay un bufete de abogados muy prestigioso a nivel internacional, EY, que se está encargando de determinar cuáles son los activos y pasivos y su transferencia. Esperemos a que acaben su trabajo y nos digan cuál es la situación actual. Yo no sé si realmente tienen derecho o no a la readmisión, ni quiénes sí o no. Hasta que no se nos entreguen las llaves del coche es difícil saber dónde vamos a dirigirnos con ese coche. Es anticipar cosas de las que no tenemos la información suficiente.

Su cargo será por ocho meses en una presidencia que será rotatoria durante seis años…

S.M.: El Consejo de Administración se compone de nueve miembros que han sido elegidos por un periodo de seis años. Lo que han decidido los miembros en una reunión previa a la de la constitución de la propia sociedad fue que en vez de haber un único presidente, todos compartamos esa presidencia durante un ciclo de tiempo. El proceso de dividir esos seis años a los cuales nos obliga la ley a estar dentro del Consejo entre los nueve consejeros, sale un ciclo de que cada consejero será presidente durante ocho meses. Y a mí me ha tocado en suerte empezar esta terna.

Con una presidencia que rota cada ocho meses, ¿será fácil o viable poner en marcha la nueva Telemadrid o cada consejero cuando llegue su momento de presidencia tendrá su propia visión y hace cambios que provoquen que cada ocho meses se cambien cosas?

S.M.: Tengo que darte una respuesta doble. La primera es como experto en management y autor de varios libros sobre management de organizaciones: nunca he visto un modelo eficiente en el cual el liderazgo de una organización sea motivo de un turno rotatorio. Y con independencia a mis críticas académicas o ideológicas al modelo, hay que asumir que ha sido decidido y, por tanto, es el que hay. La segunda respuesta es que yo creo que en lo sustancial no se va a producir ninguna desconexión con el proyecto y ningún cambio de rumbo o visión distinta, porque al final el presidente no es más que el representante de un colegio de nueve miembros que representan los intereses que se conocen y que están durante seis años hablando permanentemente de los cambios que hay que hacer. Cambiará el portavoz, el representante, pero los nueve siguen trabajando como nueve, no como uno. En ningún momento la presidencia tiene un cargo de liderazgo único o distinto de la opinión del resto de consejeros.

¿Qué le falta a Telemadrid y qué augura para los próximos años?

S.M.: No sé lo que le falta… Yo te diría lo que a mí me falta: un proyecto transmedia de acuerdo a la sociedad actual y a la demanda de los ciudadanos. No podemos marginar a toda la juventud y a los nuevos profesionales que no quieren ver la televisión en un modelo unidireccional, sino que quieren ser interactivos y participar en modelos más digitalizados. En segundo lugar, yo creo que le falta una apuesta real por una serie de contenidos muy concretos, excluyendo otros que ya están cubiertos por otros medios. Y en ese diálogo con la sociedad falta un diálogo con las generaciones más jóvenes, con la sociedad civil y lo que le preocupa tanto en el deporte base como en la cultura y principios y valores que antes definíamos. Yo diría que le falta alma y contenido direccionado, que le falta un formato moderno, actual y que quizás en estos momentos ningún otro medio de comunicación está en capacidad de asumir el riesgo, de hacer una transformación digital tan importante como tiene la capacidad Telemadrid por su momento de reseteo, de puesta en marcha de nuevo. Es un reto que ilusiona, que a mí me ilusiona y que creo que al resto de miembros del Consejo de Administración les ilusiona tanto como a mí.
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