19 de abril de 2024, 10:38:30
Management


Cómo liderar en tiempos de Pandemia

Por José Luis Zunni

Tenemos la obligación ética y moral de contribuir con una respuesta colectiva acorde con la gravedad de la situación que se está viviendo en este momento en España y en el resto del mundo.

Si habitualmente hablamos de doctrina en materia de liderazgo, hoy tenemos que solicitar a cada uno de los ciudadanos, a los empresarios, a los líderes políticos, a los autónomos y a todas las personas que nos leen y nos siguen, que de la manera en que reaccionemos frente a la PANDEMIA del COV1D-9 será cuanto más rápido podamos lograr ese punto de inflexión en que bajen los contagios y terminemos ganando la batalla a esta pandemia.


Por ello, creemos que los líderes empresariales tenemos que actuar decididamente en tres frentes complementarios:

1) Empresarios y sindicatos tenemos que dar ejemplo. Y en eso, organizaciones patronales y sindicatos están siendo los primeros en emitir mensajes consensuados y únicos. Felicidades por ello a CEIM, ATA, UGT o CCOO por estar a la altura de las circunstancias.

Que las empresas faciliten que sus empleados que puedan seguir haciendo sus tareas desde sus hogares. Lo que implica que puedan teletrabajar o, en aquellas actividades que no lo permitan, que puedan compatibilizar la vida familiar y laboral con horarios flexibles y adaptando las responsabilidades en función de las necesidades que se vayan imponiendo.

2) Es llegada la hora del teletrabajo y el compromiso personal. Las personas que trabajan desde casa deben adaptar su sitio de la mejor forma posible, sea en una habitación por separado o simplemente agregar una silla a la mesa de la cocina; tratando de coordinar lo mejor que puedan sus horarios de respuesta a sus tareas profesionales, a clientes que atienden, a proveedores y demás relaciones externas. Esto incluye que puedan hacerse videoconferencias y conectar con otros compañeros de trabajo, como si fuera una reunión en la oficina, dándole el máximo aire de normalidad a dicho punto de encuentro.

Y en este sentido, aprovechar y agradecer la ayuda solidaria ofrecida por corporaciones tecnológicas como Telefónica o Microsoft que están facilitando gratuitamente esta accesibilidad al teletrabajo con software y aumento de capacidad de trasmisión.

El objetivo es que se pueda mantener el mismo nivel de productividad a pesar de las incomodidades y horarios que tengan que establecerse, como consecuencia de que los niños también están en casa porque no tienen colegio.

3) Es una batalla emocional que hemos de librar juntos, como ciudadanos y como país, sin banderías ni mezquindades. Los líderes podrán estar más o menos acertados en La Moncloa, la Puerta del Sol o nuestros cuarteles generales corporativos; pero hay que trabajar en lo que nos une, en la salud y el bien común, aparcando la censura, los reproches y las críticas constructivas para otro momento.

Cuidar ese gran intangible que es la psicología individual y social para que se hagan las cosas con determinación y cumpliendo las normativas que impone el gobierno, tanto central como autonómicos. Pero sin que se desate el pánico, la psicosis y la inseguridad, ya que todos ellos son elementos negativos que lo único que contribuyen es a incrementar el nivel de inestabilidad e incertidumbre de los ciudadanos.

Y para que estos tres puntos – tan sencillos pero que parece que está costando trabajo compatibilizar- se hagan bien, es imprescindible que la clase política apoye al gobierno y que trabajen en conjunto, dejando de lado las diferencias ideológicas para enfrentar el más grave problema al que se enfrenta la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial.

Tenemos hoy la obligación de hablar del liderazgo, no desde el punto de vista de la doctrina como lo tratamos habitualmente, sino lo que significa ese otro liderazgo individual que es algo que ejercemos cada uno de nosotros como seres humanos.

Siempre hemos dicho desde este Foro, que lo importante no es el problema al que nos enfrentemos, sino la manera en que reaccionamos ante él. Esto ya lo decía Epícteto, pero sigue teniendo vigencia en nuestro siglo XXI y muy especialmente frente a este flagelo que está poniendo en serio riesgo la salud global y en segundo lugar; pero no menos importante, la estabilidad económica que ya ha sufrido los primeros impactos negativos.

Esta manera de cómo reaccionamos está condicionado a cómo sentimos y de qué forma percibimos las agresiones del entorno. Obviamente, el nivel de información transparente y continua es esencial, pero no menos que la madurez en el análisis sereno y manteniendo una estabilidad emocional individual y colectiva acorde con una sociedad tan avanzada y desarrollada como la española.

O sea, que todos nosotros a nivel individual somos los únicos líderes de nuestra propia vida. Los que debemos cuidar nuestra salud (los nuestros) y preocuparnos también por la de los compañeros de trabajo. Desde ya que nunca estará demás influir positivamente en nuestras amistades y familiares para que se cumplan con las normas de higiene y que no se caiga en sentimientos negativos de impotencia y miedo.

Ese liderazgo personal bien ejercido, cumpliendo estrictamente lo que se nos aconseja vía autoridades competentes y especialmente los expertos sanitarios y epidemiólogos, es imprescindible junto a un nivel de máxima solidaridad y cooperación para finalmente ganarle la guerra al coronavirus.

Más medidas de empleo y empresa

La sostenibilidad de la sociedad tiene que ver con la salud, pero también con el mantenimiento del nivel económico; que aporta, a su vez, la sostenibilidad en el empleo, el consumo, la riqueza, el PIB, los impuestos… ¡el Estado bienestar!, en suma.

Se van tomando medidas a veces muy drásticas pero necesarias, tanto en los países de nuestro entorno como en la gran mayoría de naciones del mundo. Al mismo tiempo, los gobiernos están diseñando políticas de choque contra la crisis para evitar que colapsen las economías y crear las condiciones para tender puentes a una próxima recuperación en los siguientes meses en que finalmente la pandemia quede controlada.

Para que esta recuperación económica pueda ser posible, es imprescindible que no se produzcan más perdidas, especialmente en el tejido empresarial más vulnerable cómo son las pymes y los empresarios autónomos, que se cuentan por millones en todo el mundo, ya que forman parte del gran motor de la economía mundial.

Los indicadores de crecimiento económico se van a ver alterados en todos los sectores de la economía, pero en este momento crítico habrá que garantizar el abastecimiento de alimentos y medicinas mínimos que requieran las diferentes poblaciones, en particular las que ya han sido confinadas, como algunos municipios de Catalunya.

Análisis sereno y serio

Nuestra casa común, la Tierra, es un organismo vivo y en él habitamos junto a otras especies. Pero lo que el mapa del coronavirus nos está poniendo de manifiesto, es la extraordinaria fragilidad que está demostrando el sistema económico y social a escala global. Amén del hecho primero, de lo débiles que somos los humanos cuando no tenemos una vacuna para un nuevo virus que entra a formar parte de nuestra convivencia.

Más allá del cambio climático, lo que sucede es que el coronavirus ha dado una vuelta más de tuerca a las reglas del juego de la convivencia humana en el planeta: definitivamente hay que asumir una responsabilidad política de todas las naciones del orbe en cuanto a la experimentación tanto bacteriológica como química. No sólo hay que cuidar el privilegiado club de naciones nucleares, sino aquellas que tienen la investigación y tecnología adecuadas para crear bacterias y virus en un tubo de ensayo.

Seguramente, cuando pase lo peor de la pandemia y se tranquilicen las aguas de las naciones que se han visto más afectadas, habrá que sentarse a una nueva mesa tipo Acuerdo de París, para ver cómo deben ser los nuevos protocolos tanto de prevención como de actuación frente a situaciones del riesgo y gravedad como es la pandemia del coronavirus.

Pero esto hoy nos resulta un poco lejano. Las exigencias del presente son demasiado agobiantes por la cantidad de contagios y el ritmo de expansión que se está dando estos últimos días. Ante lo cual, lo único que vale es mantener una calma seria y responsable.

Hay que seguir informando de manera constante las veces que sea necesario hacerlo por día, pero con una actitud de solvencia científica y política al mismo tiempo, lo que exige que los políticos de todos los partidos dejen de lado las diferencias y no aprovechen este flagelo para hacer campañas. Que se guarden éstas para períodos electorales porque lo que la sociedad quiere ahora es ver una clase política a la altura de la gravedad de la crisis.

Si hay liderazgo en la política bien ejercido, será mucho más fácil aún encontrar un liderazgo efectivo en cada uno de nosotros.

José Luis Zunni es director de ecofin.es y vicepresidente de FORO Ecofin. Director de ECOFIN Business School y coordinador de ECOFIN Management & Leadership. Director del Centro de Liderazgo de la EEN (Escuela Europea de Negocios) y coordinador académico de la Red e Latam del grupo media-tics.com. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014. Conferenciante. Ponente de Seminarios de Liderazgo y Management de la EEN y coordinador del FORO DE MANAGEMENT Y NUEVA ECONOMÍA DE LA EEN. Autor de ‘Inteligencia Emocional para la Gestión. Un nuevo liderazgo empresarial’, coautor de ‘Liderar es sencillo. Management & Liderazgo’ y coautor con Ximo Salas de ‘Leader’s time (Tiempo del líder)’

Antonio Alonso, presidente de la AEEN (Asociación Española de Escuela de Negocios) y secretario general de EUPHE (European Union of Private Higher Education).

Salvador Molina, presidente del Foro ECOFIN y consejero de Telemadrid

Carmen Mª García, presidenta de Fundación Woman’s Week

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