Medios de Comunicación

Tor, una herramienta que protege al periodista

El software permite que los profesionales puedan utilizar Internet de forma anónima en zonas amenazadas

Rodrigo Carretero | Martes 02 de septiembre de 2014

La tecnología sigue ayudando a los periodistas. Prueba de ello fue el anuncio hace unos días de los ganadores del Knight News Challenge, que premia proyectos informativos basados en el uso innovador de redes ya existentes. Entre todos los galardonados sobresale uno al que el Nieman Journalism Lab dedica un reportaje: el Tor Project, una herramienta para que los periodistas que trabajan en zonas amenazadas puedan comunicarse de forma segura con sus fuentes.



Tor permite a los usuarios una navegación web segura bajo anonimato y ya había sido premiado con anterioridad por la Free Software Foundation por su importante papel en las protestas y revoluciones en el norte de África y Oriente Medio. El proyecto ha permitido que cerca de 36 millones de personas en todo el mundo puedan experimentar la libertad de acceso y de expresión a Internet al mismo tiempo.

Desarrollado originalmente en un laboratorio naval de Estados Unidos como una manera de proteger las comunicaciones del gobierno, Tor se ha convertido en un proyecto de gran ayuda para que los periodistas puedan estar online de forma anónima. Su próximo reto ahora es establecer un servicio de asistencia en varios idiomas para que quienes utilicen el software puedan obtener ayuda al instante.

El sistema operativo de Tor, que es de descarga gratuita, está contenido en una memoria USB, de tal forma que no queda rastro de su utilización en el equipo que use el periodista, como explica el Nieman Journalism Lab. Andrew Lewman, director ejecutivo de Tor, asegura que invertirán los fondos conseguidos con el galardón de Knight News Challenge a que el software sea “mucho más fácil de utilizar para los periodistas, que en muchos casos no son los más conocedores de la tecnología y por eso a veces terminan poniendo a sus fuentes en peligro”.

Lewman advierte, no obstante, de que la mayoría de las personas que utilizan Tor son ciudadanos normales y pone como ejemplo el caso de una mujer que busca información sobre una enfermedad que le han diagnosticado a una amiga y quiere borrar las huellas de que ha hecho tal cosa. Es una manera, además, de que los anunciantes no puedan utilizar la información personal de los usuarios para sus propios intereses.

Lewman reconoce las potencialidades del programa, aunque en el fondo asegura que lamenta que Tor sea necesario: "La herramienta que me gustaría tener de verdad es la libertad de expresión y que la privacidad en Internet sea en realidad un hecho consagrado."