Internet

¡Cuidado, tu jefe puede estar mirando!

Si no quieres peder el empleo

Sergio Manaut | Martes 02 de septiembre de 2014

Nuestra actividad en la web deja huella, y más si se trata de la que desarrollamos en las redes sociales. Y lo que es peor puede ser usada en nuestra contra o, lo que es lo mismo, a favor del jefe.



Antes de dar a la techa “Enter” piensa muy bien lo que escribiste, y a quien. El reciente caso del correo envidado por error de la directora de Gestión de Informativos de RTVE es una clara muestra de ello. Hoy, Cecilia Gómez maldice ese segundo fatal. Pero sin llegar a esos casos extremos, un simple comentario en Facebook o en Twitter, como “mi jefe, ese maldito, hizo que me quede hasta tarde en la oficina. Tremendo cretino”, puede costarte el despido. ¿Qué no lo tienes en tus cuentas de Facebook o Twitter? Da igual. Él ahora tiene acceso a tus comentarios sobre tu afligida vida laboral.

La web española ¡Despídeme! se creó para reunir todos estos mensajes. Hay cuatro apartados para saber qué dicen las personas sobre su vida laboral: están aquellos que “odian su trabajo”, los que “odian a su jefe”, los que hablan de tener “sexo en la oficina” y los más extremos, los “asesinos en potencia”.

Con todo, no se trata de un invento español, sino alemán. Los alemanes, por lo visto, no se conforman con exigir reformas laborales y despidos cada vez más baratos; también ponen en alerta a los jefes, como si con lo anterior no les bastara. Despídeme está inspirado en Fire me, una web creada por la Universidad de Hannover que también recopila los mensajes de los que están disconformes con su trabajo.

Javier González, el programador y creador del sitio español, cuenta que vio que la página alemana sólo recogía tweets en inglés “por lo que desarrollé una nueva pero que se hiciera eco de los mensajes en español”.  

También tiene un apartado con mensajes positivos acerca del trabajo y se divide entre quienes “aman su trabajo” y los que “adoran a su jefe”. González debería llamar a este microsite ¡Auméntame el sueldo! Cuidado, no le añadas “cabrón” al final…