Internet

Las aplicaciones gratuitas arrasan con las de pago

Los usuarios prefieren soportar la publicidad

Y. Aparicio | Martes 02 de septiembre de 2014

Todas las encuetas de consumo llegan a la misma conclusión: los usuarios de tabletas y smartphones odian los anuncios. Pero, a la hora de pagar, la mayoría prefieren descargar aplicaciones gratuitas y tolerar la publicidad antes que quitársela del medio comprando apps de tan solo 0,99 dólares.



Un artículo de “Flurry” ha explorado durante un análisis de 4 años las preferencias de los consumidores en cuanto a aplicaciones gratuitas y de pago.  

Las aplicaciones que descargamos aportan información sobre nuestros gustos e inquietudes, pero además revelan nuestra tolerancia ante la publicidad. En muchos casos las apps están disponibles de dos maneras: la gratuita con anuncios y la de pago sin publicidad.

En cuanto a las aplicaciones iOS cuentan con más usuarios que las de Android. Para la marca, un porcentaje entre el 80 y el 84% fueron gratuitas entre 2010 y 2012, cifra que ascendió al 90% durante este año. Estos datos muestran que las preferencias de los consumidores son acceder a contenidos libres antes que pagar por evitar la publicidad. 

Si estos porcentajes de aplicaciones gratuitas parecen elevados, los de la marca Android son aún mayores. El mito popular defiende que los consumidores de Apple son más “ricos” y por tanto están más dispuestos a pagar por los contenidos. Los datos apoyan esta creencia ya que en abril de este año el precio medio pagado por las aplicaciones de Android fue significativamente menor que el de iPhone o iPads. Esta cifra muestra que estos consumidores son más tolerantes a la publicidad “in-app” para subsidiar el coste de las aplicaciones. 

Además, los usuarios de iPad gastan 2,5 veces más que los de iPhone, y 8 veces más que los de Android.

Los desarrolladores de aplicaciones observaron esta tendencia general decidiendo hacer sus aplicaciones gratuitas a pesar de la libre competencia. Otros empresarios, sin embargo, prefirieron seguir otro enfoque; muchas apps de iOS, por ejemplo, comenzaron siendo de pago y a lo largo del tiempo, según el éxito o fracaso de las mismas, los creadores bajan o elevan el precio. Así se puede evaluar la disposición de pago de los consumidores.

Como la hemos demostrado, aunque los consumidores odiemos la publicidad no pagamos por evitarla. Por ello parece que los anuncios en las aplicaciones son una inversión segura a largo plazo para los desarrolladores.