Medios de Comunicación

¿Quién marca la agenda de los medios?

(1) XVI Congreso de Periodismo Digital de Huesca

Miriam Garcimartin | Sábado 14 de marzo de 2015

Con la irrupción de Internet y las redes sociales, los canales informativos se han multiplicado y los temas que nunca antes hubieran aflorado en medios tradicionales, salen a la luz. Pero, ¿podemos afirmar que la agenda mediática ya no se ve influenciada por los poderes económicos y políticos? La primera ponencia del XVI Congreso de Periodismo Digital trató de responder a esta pregunta con profesionales que trabajan en medios digitales en España y América Latina.



¿Cómo ha cambiado la agenda de los medios en la actualidad y quién influye ahora en ella? En el XVI Congreso de Periodismo Digital que se celebra en Huesca, Carlos Enrique Bayo Falcón, director del diario “Público”, Cristian Alarcón, director de la revista “Anfibia” y las webs “Cosecha Roja” e “Infojusnoticias”, Enrique Naveda, cofundador de “Plaza Pública” y Esteban Hernández, periodista de “El Confidencial”, reconocieron que sí es cierto que hay nuevos actores que marcan en parte la agenda mediática, pero la realidad es que los poderes políticos y económicos siguen siendo los principales artífices de la misma.

Uno de los que ve más claro el cambio es Carlos Enrique, aunque con matices. Utilizando un símil astronómico, comparó Internet con un meteorito que, al igual que sucedió con los dinosaurios, ha caído de lleno sobre los mass media. En su opinión, los medios tradicionales “son como diplodocus luchando por la supervivencia, mientras los medios digitales tratamos de empezar a vivir como pequeños mamíferos”.

Sin embargo, a pesar de que por fin asoman miles de plataformas de difusión no controladas por los grandes intereses económicos, sino por blogueros o “francotuiteadores”, los conglomerados mediáticos, fundamentalmente la televisión, siguen siendo “la más poderosa arma de desinformación masiva de la historia” por el control que ejercen sobre ellos los poderes fácticos. Si no somos capaces de ver el futuro, que ya es el presente, es porque nos ciegan los destellos de unos medios tradicionales cuya luz es como la de una estrella apagada: “ha tardado tanto tiempo en alcanzarnos, que seguimos viéndola cuando ya no existe”. Mientras las portadas en papel proceden “de un agujero negro sin futuro que ya no va a marcar la agenda”, los nuevos astros del firmamento, los medios online, “a menudo están ocultos en ese ingente universo de materia oscura que está formado por las redes sociales y es tan difícil de manejar”.

Esta última opinión es compartida por Esteban, de “El Confidencial”, que considera que no podemos caer en la ingenuidad de creer que los medios digitales han transformado radicalmente el panorama. Y no ha sido así porque en Internet el lector se expone a cantidades ingentes de noticias y necesita que alguien le filtre lo que le puede interesar. Al final esto le lleva a confiar en los mismos medios de referencia. Para los medios, en la red se abre una lucha por la visibilidad. Los nativos digitales aún no han accedido realmente a ese circuito oficial en el que están los periódicos impresos, de los que las radios comentan lo que publican en portada cada mañana y que recogen en última instancia las televisiones en sus tertulias políticas.

Ambos ponentes hablaron del fenómeno de Podemos como el ejemplo más claro de irrupción imprevista en la agenda mediática. Para Carlos Enrique, “los áureos mediáticos se han lanzado con frenesí hacia este astro en eclosión, pretendiendo moldearlo según sus intereses una vez más”. Primero lo despreciaron, luego le hicieron el vacío y ahora pretenden neutralizarlo. Esteban añade que Podemos ha ido a contrapelo a la hora de hacerse un hueco en la agenda mediática: no empezó por las redes sociales, ni los mítines, ni los círculos, sino por hacerse visible en los grandes medios. Ésta es la prueba fehaciente de que siguen siendo estos medios de masas los que marcan la agenda. Al igual que ni Zuckerberg ni Podemos inventaron nada, sino que se limitaron a coger algo que estaba abajo y llevarlo lo más arriba posible, los medios no deben dedicarse simplemente a producir información, sino que su misión es hacerla visible.

En Latinoamérica, las vicisitudes políticas y económicas marcan sin duda la agenda mediática. Cristian Alarcón y Enrique Naveda están al frente de unos medios digitales que han logrado traer aire fresco a las encorsetadas agendas nacionales. Cristian asegura que el acontecimiento periodístico es lo que sigue marcando la agenda. “La agenda setting sigue existiendo y convive con las redes sociales”, aseguró. Es consciente de que los poderes (gobiernos, multinacionales, grandes empresas mediáticas) tienen mucha influencia aún, pero ya no deciden en exclusiva el orden del día. Hoy cualquier pequeña historia, de pronto, puede saltar a las primeras páginas.

En Guatemala, Internet no ha podido intervenir en la democratización de la información porque solo el 15% de la población tiene acceso a la red. Por lo tanto, la agenda se impone “de arriba hacia abajo”. Los medios tradicionales tienen agendas heredadas. En la televisión aparecen publirreportajes de los partidos en el poder y el espectador jamás podrá encontrar investigaciones propias. Los medios nuevos tienen poco margen de maniobra, pero sí la están aprovechando. A su juicio, no han sido las nuevas tecnologías las que han posibilitado la transformación de la agenda, sino que ya en los últimos 20 años han surgido transformaciones sociales que han derivado en la aparición de medios que han abierto el espectro a nuevos discursos. “Plaza Pública” es un ejemplo de organización de noticias que no sigue en absoluto la agenda establecida y se dedica a realizar reportajes de investigación, tanto de temas que ya conoce el lector, como de otros más interesantes que le permitan ampliar el foco.