Blog de Ángel Quero

Relato corto. Qué poco dura la alegría en la casa del pobre

Martes 01 de septiembre de 2015
María se mostraba feliz. La oferta de trabajo para oficinista en la empresa zapatera se ceñía a su perfil profesional como un guante, “A ver, a ver. Manejo a la perfección Photoshop”, pensaba, “tengo un Grado por la UAM en comercio online, hablo y escribo inglés con fluidez, poseo experiencia en servicio postventa, sé hacer un seguimiento de una tienda online y de una red social y estoy capacitada para llevar la comunicación con el almacén para procesar los pedidos”. ¡Bien!, lo tengo todo”

Pero no, a María le quedaba una línea por leer: “Es preferible que calce una talla 37 de pie para poder realizar fotos sobre muestras o prototipos de nuevas temporadas”. Adiós al trabajo, María calza un hermoso 40. Qué lástima, le sobran tres números para haber podido acceder a un trabajo con un sueldo de 600 a 900 euros brutos al mes (¿dependerá de cuánto se aleje del número de pinrel deseado?). Otra vez será. Ánimo, María.