Tecnologías Emergentes

EEUU desarrolla robots asesinos para la guerra del futuro

Invertirá más en innovación con el fin de hacer frente a China y Rusia

También ha ideado microvehículos autónomos o bombas inteligentes

Miriam Garcimartin | Viernes 12 de febrero de 2016

El secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, ha solicitado un aumento del presupuesto en investigación militar de cara a 2017. EEUU quiere seguir conservando su supremacía mundial y para ello debe desarrollar nuevas tecnologías que le permitan afrontar con garantías las guerras que puedan surgir en las próximas décadas.



EEUU ha visto cómo en los últimos años, China y Rusia están reduciendo distancias en la carrera armamentística que se libra a nivel mundial. Para poder hacer frente a los desafíos que planteará la guerra del mañana, el secretario de Defensa, Ashton Carter, se ha comprometido a afianzar una revolución tecnológica que permita al país “estar preparado ante un enemigo de alto nivel”, informa “Financial Times”.

Según Carter, el ejército no podrá afrontar conflictos futuros del mismo modo que lo ha venido haciendo en Irak o Afganistán. Para garantizar la capacidad disuasoria de EEUU frente a países como China y Rusia, será necesario reafirmar la superioridad tecnológica estadounidense. Por ello, se ha presentado un proyecto de ley para solicitar un aumento del presupuesto dedicado a investigación, que alcanzará los 71.400 millones de dólares de cara a 2017. Aunque los gastos en Defensa de China representan aún una cuarta parte de los de EEUU (unos 144.000 millones de dólares frente a más de 580.000 millones), su crecimiento de dos dígitos en las últimas dos décadas supone un verdadero desafío en el Pacífico para el país norteamericano.

Con el fin de defender las bases estadounidenses contra un ataque de misiles o ser capaces de operar las flotas de transporte a mayor distancia, la Oficina de Capacidades Estratégicas (SCO) está inmersa en el desarrollo de diferentes proyectos que tienen que ver con la autonomía robótica.

Uno de los más polémicos son los robots-soldados. Estas máquinas serán capaces de matar sin necesidad de que un humano las controle ni siquiera de forma remota, informa “SOFREP”. Aunque no se conocen más detalles, en la web se plantean ya preguntas como qué porcentaje de robots reemplazará a humanos o cuántos se destinarán al simple apoyo logístico. Los robots permiten reducir la exposición humana a las amenazas, pero ¿cómo podrán distinguir a los aliados de los enemigos en un hipotético ataque? Por su parte Noel Sharkey, informático británico y experto en robots, se pregunta quién será el responsable ante un error de un robot: ¿el comandante, el político, el fabricante…?

Una directiva del Departamento de Defensa publicada en noviembre requiere que se conceda una autorización especial para usar los sistemas de robots que matan sin supervisión humana. Se pide a los fabricantes que reduzcan al mínimo las posibilidades de que los robots puedan participar en ataques no deseados o lleguen a ser controlados por piratas informáticos. Aunque los militares aún no trabajan con máquinas que puedan salir a matar por su cuenta, sí tienen ya a su disposición robots autónomos que pueden iniciar ataques no letales o defender bases y tropas.

En cuanto al transporte, el Pentágono está desarrollando vehículos no tripulados. Las técnicas de producción de bajo coste, tales como la impresión 3D, han llevado a este organismo a reintroducir la idea de masa para saturar al enemigo a través de un numeroso enjambre de microvehículos baratos y prescindibles con gran capacidad de vigilancia y control.

El alto coste de la balística avanzada está impulsando también a los militares a buscar alternativas más baratas como la energía directa o el mini cañón de riel electromagnético que lanza proyectiles a velocidades supersónicas. Además destacan los avances en la construcción de bombas inteligentes guiadas por GPS y equipadas con microcámaras y sensores que les permiten aumentar su capacidad de precisión y salvar vidas humanas.

Consciente de la necesidad de un cambio cultural en la forma en que el Pentágono se aproxima a la innovación, el Sr. Carter ha abierto una oficina en Silicon Valley para servir de enlace con el sector de la tecnología y está planeando abrir otra en Boston. También se creará un departamento llamado N99 para impulsar nuevas aplicaciones tecnológicas que puedan ser aplicadas a drones de la Marina.

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