Economía y Sociedad

¿Cuáles son las claves de la disrupción?

30º Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital (3)

Miguel Ángel Ossorio Vega | Lunes 12 de septiembre de 2016
Aunque protagoniza todo debate acerca de la transformación digital, tanto las empresas como los usuarios siguen sin entender qué es la disrupción y en qué les afecta. Este fenómeno ha llegado para quedarse.

“Disrupción”. La RAE lo define como “rotura o interrupción brusca”, lo cual no ayuda demasiado a entender por qué este término está cambiando el mundo. Para Óscar Pallarols, director de innovación de Cellnex Telecom, disrupción “no es repensar ni reimaginar, sino algo realmente diferente”, ha explicado durante su participación en el 30º Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. “Hasta ahora la disrupción digital se ha producido sobre todo en productos y servicios para el usuario final”, explica citando el smartphone y la conectividad como tecnologías disruptivas.

Para entendernos: en tecnología, algo es disruptivo porque cambia las reglas del juego. El iPhone fue disruptivo, ya que cambiaba por completo el mundo de la telefonía móvil. Google fue disruptivo, al “ordenar” por primera vez, y de manera automatizada, la información que circula por Internet. También han sido disruptivos Amazon (por vender libros por Internet cuando nadie tenía Internet), Uber (por revolucionar el sector del transporte), Airbnb (por convertirse en el “hotel” más grande del mundo a pesar de no tener ni una sola habitación en propiedad) o incluso Ryanair (por demostrar que se pueden vender billetes de avión mucho más baratos y aun así tener beneficios). La disrupción duele en el mundo tradicional, pero es el momento de que esas empresas asuman “roles que no son de su core business”, razona Pallarols. Algunas empresas están creando los llamados “consejos digitales”, una fórmula que está cobrando fuerza en Estados Unidos, y que supone disponer de un comité de expertos en materia digital, explicó Javier Sala, director de Penteo. Solo el 18% de las empresas con más de un millar de empleados ha puesto en práctica esta fórmula, cifra que baja al 11% en las compañías de entre 500 y 1.000 trabajadores.

La pregunta es: ¿cómo ser disruptivo? Porque no parece fácil pretender cambiar el mundo desde una empresa pequeña o a partir de una idea difícil de hacer realidad. No existe una receta mágica, pero sí tres elementos básicos en toda disrupción: simplicidad, facilidad de adopción y continuo aprendizaje, como explica Alfredo Redondo, CEO de Altitude Software, quien añade que el cliente debe convertirse en “el centro de todo” proceso disruptivo para que tenga éxito.

El futuro de la disrupción

Las tendencias indican que hay varios frentes abiertos en el mundo de la disrupción: computación cuántica, cloud computing, big data, robótica… Algunas son complicadas de implantar ya en las empresas, sobre todo en las más pequeñas, pero otras, como el cloud computing o el big data, están a mano para casi todos. En big data, por ejemplo, existen tres tácticas esenciales para lograr el éxito, explica José Jiménez, director de Industria y Telecomunicaciones de la consultora Deloitte: crear estrategias sobre el cliente, sobre el producto y la llamada estrategia de ecosistemas. “No todas las compañías pueden establecer las tres estrategias a la vez”, señala, “pero tienen que desarrollar sus propios recursos de big data”. La facilidad para acceder a herramientas digitales para recopilar, clasificar, limpiar y extraer datos hace que muchas empresas puedan comenzar hoy mismo a aplicar el big data en su día a día. No obstante, se avecina una nueva revolución (tal vez disrupción) en el mundo de los datos: el “uso de los datos en Internet que no están estructurados”, explica Faustino Jiménez, CEO de ITconic, quien asegura que el que consiga manejarlos podrá alcanzar “la predicción del éxito”.

La otra gran disrupción, más lenta pero que realmente cambiará para siempre el mundo que conocemos, es la robótica. Cada día conocemos nuevos avances en un campo llamado a revolucionar nuestras vidas. Existe cierta desconfianza entre algunas personas, ya que no terminan de ver con buenos ojos la creación de verdaderos ejércitos de autómatas con capacidad de decidir. Sin embargo, Cristina Magdalena, directora de innovación de Fujitsu, rebaja el tono y llama a no temer a la robótica social, sino a liderar un producto que “está aquí para ayudarnos” y que tiene “a las personas en el centro”. “Interactuarán con nosotros de manera fácil, sencilla y agradable. Responderán a las normas sociales, aprenderán y tomarán decisiones”, explica. La disrupción está en nuestras manos. Y en las de los robots.

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