Tal vez los entendidos en el complejo mundo del vino lo vean como una aberración, pero los desarrolladores de Vinfusion, una máquina que permite combinar distintos jugos para obtener vino a la carta, piensan que su invento respeta las ‘normas’ más básicas de la enología: para crear algunos vinos se combinan distintos tipos de uva, así que ellos están haciendo lo mismo. Sólo que en el caso de Vinfusion cualquier persona puede convertirse en un enólogo cuya paladar decida cuál es el vino perfecto. Cosas de la tecnología, que democratiza cualquier sector.
Los inventores de Vinfusion, de la tecnológica británica Cambridge Consulting, hicieron una encuesta a 138 amantes del vino para conocer sus gustos y su conocimiento real del sector. Encontraron que el 70% de ellos quedaba decepcionado con las sugerencias que les hacían en los restaurantes, y muchos llegaron a admitir que ya no pedían consejo por el esnobismo que rodea al sector, lo que hacía que se decantasen casi siempre por el mismo tipo de vino. Así que se pusieron manos a la obra para solucionar este problema… y crearon Vinfusion.
Lo primero que hicieron fue ‘traducir’ los sabores a un lenguaje asequible para cualquier persona de a pie. Con la ayuda de los encuestados crearon una lista de adjetivos: ligero, de cuerpo entero, seco, suave, dulce, fuerte y ardiente. Con esas opciones, los investigadores escogieron 20 vinos que, tanto de forma individual como en combinación, producían los sabores y aromas que la gente demandaba. Al parecer, las diferentes combinaciones entre ellos eran capaces de crear la gama de sabores más popular entre los encuestados. Entre ellos había un ‘pinot noir’ y un ‘merlot’ de Chile, un ‘shiraz’ de Australia y un ‘muscat’ francés.
Cómo funciona Vinfusion
El objetivo de los inventores de la máquina es simplificar al máximo la creación de un vino personalizado, así que el sistema incorpora una pantalla táctil en la que el usuario tiene a su disposición deslizadores que permiten elegir la cantidad de ligereza, suavidad o fuerza (según los siete adjetivos) de su vino. La máquina mezcla después las cantidades de cada vino y produce de manera automática un jugo final.
Según los desarrolladores de este invento, en el futuro se podrá registrar el vino creado por los usuarios, por lo que los restaurantes podrán embotellar la creación más popular de su local. De prosperar, Vinfusion pondría en manos (o más bien en paladar) de cualquier persona la creación de nuevos vinos. Tecnología al servicio de la exquisitez… para todos.