Tecnologías Emergentes

¿Es el fin del descodificador?

Un proyecto permitiría cambiar de fuente automáticamente: televisión, canales de pago, Internet...

Miguel Ángel Ossorio Vega | Miércoles 12 de abril de 2017
Bouyges Telecom ha presentado una propuesta que convierte los descodificadores en software alojado en la nube e insertado en el propio televisor. Se acabaría la necesidad de instalar un dispositivo como hasta ahora.

La televisión de pago siempre ha ido irremediablemente unida al descodificador, el aparato que ha hecho posible todos estos años disfrutar de películas, series y deportes. La llegada de la Televisión Digital Terrestre (TDT) fue, tal vez, el momento álgido de la vida de estos aparatos: carecer de un descodificador haría imposible seguir viendo incluso la televisión gratuita. Pero la tecnología pronto terminó con ellos cuando salieron al mercado televisores que incluían un sintonizador interno para la TDT. Ahora, esa misma tecnología ha dado un paso más y parece que la televisión de pago también perderá el descodificador en los próximos años.

Bouyges Telecom, una de las principales teleoperadoras de Francia, está trabajando en un proyecto para desmaterializar el descodificador. Teniendo en cuenta que en el interior de un descodificador simplemente hay un circuito para convertir el código binario de la emisión digital... la carcasa no parece ser necesaria: basta con integrar el circuito en el televisor, como sucedió con los aparatos que ya venían preparados para sintonizar la TDT.

La propuesta de Bouyges, sin embargo, es un poco más compleja que la eliminación de la carcasa. El objetivo de la compañía es aunar en un mismo dispositivo las posibilidades de recepción de contenidos que existen en la actualidad, donde la televisión lineal, la de pago y los servicios digitales como Netflix, YouTube o los 'a la carta' de cada cadena conviven y luchan por un mismo espectador. El plan de la compañía francesa busca permitir al usuario moverse entre las distintas fuentes con rapidez y facilidad, haciendo posible que el espectador ni siquiera sea consciente de la fuente que está utilizando para ver los contenidos (es decir: en ocasiones estará viendo un canal de televisión gratuito a través de la señal que emite en Internet, pero tal vez lo desconocerá porque el descodificador se encargará de escoger la mejor fuente en cada momento).

Bouyges quiere ir más lejos, ya que su proyecto incluso elimina el circuito en esta ecuación. El proyecto presentado aloja en la nube la capacidad de computación necesaria para descodificar la señal. Es decir: todo el proceso se produce fuera del televisor y fuera del ya anticuado descodificador; se produce en la Red.

La compañía francesa ha puntualizado que todo esto no es más que un proyecto y que ni siquiera sabe si llegará a comercializarse. Pero lo cierto es que otros operadores buscan la forma de eliminar el descodificador sin que ello implique insertarlo de serie en los televisores. La medida tiene un objetivo práctico, y es que facilitará la vida al usuario y permitirá que las nuevas formas de ver la televisión no supongan el fin del negocio tradicional. Pero también tiene un objetivo económico: un descodificador cuesta entre 150 y 200 euros, un coste que en los últimos años están asumiendo las telecos para atraer a nuevos clientes a sus servicios de televisión de pago. Si tenemos en cuenta que sólo en España hay 5,5 millones de clientes de televisión de pago y que los operadores se encuentran inmersos en una singular batalla por mantener su posición frente al avance de servicios de vídeo bajo demanda (VOD), el ahorro es considerable y profundiza en la necesaria estrategia de las telcos: competir con las OTT (Over the Top) en su mismo terreno, basado principalmente en la tecnología y el ahorro de costes que permite.

TEMAS RELACIONADOS: