Prefiero entender un por qué

“Las historias que contamos y que este año nosotras nos convertimos en la historia…que sepan estos hombres poderosos que su tiempo se acabó” (Oprah Winfrey)

José Luis Zunni | Martes 09 de enero de 2018

Si hay una mujer que impacta por sus declaraciones es Oprah Winfrey, que ha sido galardonada hace tan sólo 48 hrs. con el prestigioso “Cecil B. De Mille life time achivement award” (premio a la trayectoria de toda una vida). Se produce este reconocimiento en un momento especialmente delicado para la industria cinematográfica norteamericana, por las denuncias que una tras otra, durante los últimos meses, han provocado grandes titulares en la prensa mundial respecto del acoso y demás humillaciones a las que han estado sometidas las mujeres en el poderoso Hollywood.



Oprah inicia su discurso de aceptación y agradecimiento contando su personal historia, cuando corría el año 1964 y siendo una pequeña niña miraba por televisión la ceremonia de la entrega de los Oscar, cuando Ann Bancroft dijo las palabras que según Oprah harían historia: “the winner is Sidney Poitier” (el ganador es Sidney Poitier), porque era el primer actor negro que era consagrado con el máximo reconocimiento de Hollywood. Pero casi treinta años después, en 1992, como producto de la tremenda evolución social que hubo en la sociedad americana y mundial, fue la propia Oprah la que entregaba a SidneyPoitier el mismo premio que ahora en 2018 recibía ella.

Oprah se preguntaba en su discurso qué significaría para una niña,que como ella en 1964, en 1992 podía ver que era la primera mujer negra en entregar este premio. Dice Oprah que pensó muchas veces el verdadero valor de aquella puesta en escena. Era más que obvio que la sociedad había cambiado respecto al tema racial, en un país que como es Estados Unidos, a pesar de todo el avance en la convivencia social, aún persisten ciertos grupos extremistas de supremacía blanca, aunque minoritarios.

Pero Oprah deja dos mensajes: el primero de ellos en cuanto a ser una mujer negra (la primera) en recibir este galardón; la lucha de las mujeres en general, sean blancas o negras, por la dignidad en el trato en sus respectivos trabajos y que han venido estando sometidas al abuso de hombres poderosos, especialmente en esta industria.

Pero ahora que ella era la protagonista, sus palabras se fueron incendiando poco a poco como reflejo de una época actual en la que la mujer dejó de ser por unas semanas la estrella de las películas para mostrarse como víctima de los abusos de los poderosos hombres de negocios de la industria cinematográfica estadounidense, que incluyen productores, actores, etc., ya que ella bien lo define como “hombres” en general.

La cuestión es que estos hombres tengan el poder para arremeter contra la indefensión de las mujeres y que luego las extorsionen de manera que si “cantan” no podrán tener jamás ningún papel en película alguna. Así de crudo y real es el panorama descrito por ella que no hace más que actuar de espejo de lo que todos los medios de comunicación venían denunciando últimamente.

Oprah entonces agradece a la “Hollywood Press Association” (Asociación de Prensa de Hollywood) en reconocimiento a que han evitado ocultar la verdad sobre la cuestión del abuso y acoso a mujeres, señalando que cuando la verdad se desvanece nos impide cerrar los ojos ante la corrupción y la injusticia.Va más allá: habla de medias verdades, falsedades y mentiras en relación a una época en la que pareciera que como decía George Orwell,“en una sociedad de falsedad y mentira, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario”.

Oprah lo expresa elocuentemente afirmando que “lo que sé con certeza es que decir tu verdad es la herramienta más poderosa que todos tenemos y estoy especialmente orgullosa e inspirada por todas las mujeres que se han sentido lo suficientemente fuertes y lo suficientemente capacitadas para hablar y mostrar sus historias personales. Cada una de nosotras en esta sala está celebrando por las historias que contamos y este año nosotras nos convertimos en la historia”

Es entonces cuando a continuación lanza su advertencia: “que sepan estos hombres poderosos que su tiempo se acabó”. (Todo el público en pie aclamando sus palabras).

Que todas aquellas mujeres que dicen “me too” (yo también) han demostrado tener el valor para denunciar y que no quede como siempre ha sucedido, en el más profundo de los olvidos, como si el acoso y el abuso fuese algo normal.

Oprah muy emocionada decía a modo de ir cerrando su discurso: “en mi carrera, que siempre intento hacer lo mejor que puedo, siempre me gusta dejar un mensaje, sobre cómo se comportan realmente los hombres y las mujeres, cómo experimentamos la vergüenza, cómo amamos…cómo nos tratamos y perseveramos…(deja unos segundos en blanco y agrega)…cómo lo superamos”.

Estas últimas tres palabras las dice casi con lágrimas en los ojos, en reconocimiento a las miles y miles por no decir millones de situaciones, en que las mujeres tienen un infierno por las noches, ante las cuales Oprah les insta a que inicien un nuevo día con luz y esperanza. Especialmente para las niñas pequeñas que hoy están mirando este evento les dice: “un nuevo día está en el horizonte”.

Para Oprah lo importante es que llegue ese momento en que ninguna otra mujer tenga que decir “me too again” (yo también otra vez), en clara referencia a que se vean obligadas a hacer una denuncia y sumar en una lista de mujeres que han tenido que sufrir alguna forma de humillación.

Creo que lamentablemente vamos a necesitar muchos años aún para que esto sea realidad. Que las mujeres de cualquier edad, en cualquier trabajo que tengan, no se vean obligadas a callar y soportar situaciones que sólo el poder de los hombres que en ese momento tengan es el que momentáneamente desequilibra la balanza, pero como dice Oprah, hoy día ese tiempo ya ha terminado. Ese desequilibrio ya no puede mantenerse más porque la sociedad en pleno ha dicho basta.