Medios de Comunicación

La unión hace la fuerza: por qué la concentración podría salvar a los medios

Mapa de medios en España 2018, realizado por ymedia-Vizeum.

La reordenación de un ecosistema mediático acosado por múltiples frentes

Miguel Ángel Ossorio Vega | Martes 12 de junio de 2018
La mayoría de los estadounidenses creen que la industria de los medios camina "en la dirección equivocada". En un entorno dominado por plataformas como Google y Facebook, acosado por las noticias falsas y carente de un modelo de negocio digital a largo plazo, la concentración de empresas podría salvar una industria que también sufre por la pérdida de confianza de las audiencias.

El 56% de los estadounidenses creen que los medios caminan "en la dirección equivocada", según ha revelado un informe del Media Insight Project tras haber entrevistado a más de 3.000 personas, entre público y periodistas. Otro 42% cree que la industria lo está haciendo bien, pero no es ningún secreto que en muchas redacciones se está de acuerdo con el primer grupo. De hecho, esa misma encuesta revela que el 61% de los periodistas estadounidenses creen que algo estamos haciendo mal. Por no decir todo.

Que la industria de los medios cometió un error de dimensiones históricas regalando su producto en Internet es algo que hoy en día casi nadie puede poner en duda. Y que aquello sentó las bases para que Google y Facebook se hicieran con la industria, tampoco. Los intentos por reconducir la situación pasan actualmente por educar progresivamente al consumidor para que adopte modelos de suscripción, la única vía conocida hasta ahora para obtener un flujo de ingresos que no dependa de terceros. Pero para que un usuario pague por leer un medio hay que proporcionar contenidos por los que merezca la pena pagar y que destaquen entre la maraña de información gratuita que recorre Internet día y noche, ya sea en redes sociales o en los millares de medios digitales de toda índole que pueblan el ciberespacio. Un entorno en el que es difícil destacar por muy buena marca que se posea, y donde la concentración empresarial podría devolver a los medios el poder que un día ostentaron y otro perdieron diluidos entre competidores que van desde un bloguero con maña hasta un fabricante de hardware: nunca ha sido tan fácil sentirse periodista. Otra cosa es serlo.

Medios asediados

Cuando se llega a un punto en el que el negocio tradicional está muerto, el negocio futuro está en incierta construcción, tus competidores cambian cada día y tu público no cree en ti, tal vez sea hora de replantearse el camino recorrido. Porque esta pesimista visión es totalmente real:

- Los periódicos en papel están en vías de extinción y televisión y radio consiguen aguantar el tipo simplemente porque el empuje de su reconversión apenas está empezando (un consejo: es el momento de actuar antes de que sea demasiado tarde).

- La prensa no tiene entre manos un modelo de negocio a largo plazo más allá de las suscripciones. Se están demostrando útiles y el camino a seguir, pero a la dificultad para convertir a usuarios hacia el pago se une la ilusión que supone pretender que personas ahora acostumbradas a leer varios periódicos tengan que decantarse por uno si no quieren dedicar parte de su sueldo a diversas suscripciones, principalmente porque Netflix o Spotify han demostrado que los hubs que concentran diversas fuentes son un buen negocio. Apple y Google ya están trabajando en ello, lo que implica volver a dejar en manos de terceros el modelo de negocio aparentemente elegido para sortear la publicidad. Reaccionen, por favor.

- ¿Quién es la competencia de un periódico? ¿Y de un canal de televisión? Desde el momento en el que la web de una emisora de radio publica noticias con texto o que Facebook distribuye en directo los contenidos de un canal de televisión, los competidores dejan de estar claros. Y si no conoces a tu rival, difícilmente podrás luchar contra él. No, la solución no es que 'El País' se convierta en el nuevo Facebook ni que Antena 3 o Mediaset aspiren a ser YouTube (por muchos intentos que hagan con Flooxer o mtmad), aunque hayamos visto loables intentos de atraer hacia los grandes medios al público que un día comenzó a encontrar en Internet lo que realmente buscaba.

- El 52% de los estadounidenses mayores de 45 años creen que los medios de comunicación son fiables. Solo un 35% de los menores de esa edad piensan lo mismo. Los medios están perdiendo a las nuevas generaciones no solo porque no son capaces de ofrecer un producto adecuado a sus intereses en la época de la personalización, sino porque son identificados como actores interesados en un mundo complejo: no son vistos como el perro guardián que desenmascara al poder, sino como una pieza más del engranaje. Los estadounidenses menores de 29 años creen, en un 53%, que la mayoría de las noticias que publican los medios son inexactas. Aunque la visión se revierte con la edad (el 57, 61 y 67% de las personas entre 30-44 años, 45-59 y mayores de 60, respectivamente, creen que las noticias son precisas), ningún medio en su sano juicio debería esperar sentado a que sus potenciales lectores alcancen la treintena para que empiecen a interesarse por ellos y pagar. De hecho, hay medios apuntando a niños con un éxito a tener en cuenta.

Concentrarse o morir

Visto lo anterior, volvemos al principio: ¿y si se hace la guerra en coalición? A fin de cuentas, cuando se trata de sobrevivir, se lucha por el mismo usuario y se comparte espacio vital en las mismas plataformas, tal vez sea la postura más adecuada para solucionar a corto plazo algunos de los problemas antes enumerados.

Uno de los mayores defensores de esta postura es Fernando de Yarza, presidente del grupo Henneo. Considerado el gran grupo mediático español emergente, Henneo tiene una importante participación en Vocento y no descarta una fusión con Prisa. "Creo que en este entorno el tamaño es fundamental y, si no nos unimos, lo tenemos muy mal", ha dicho recientemente De Yarza. "Operaciones que antes eran impensables ahora tienen todo el sentido del mundo", ha añadido.

¿Por qué tendría sentido fusionar a dos o tres de los grandes grupos mediáticos de España? (algo extrapolable a otros países con mercados débiles). Principalmente, para ganar fuerza en el mercado. Porque si la lucha por separado, con movimientos absurdos como disponer en España de dos plataformas diferentes (Orbyt y Kiosko y Más) para distribuir diarios en formato digital cuando apenas hay público dispuesto a pagar por ellos, o contar con decenas de medios de todo tipo que difícilmente logran sobrevivir (que no vivir) a base de precarizar cada vez más su propia existencia, ¿por qué no intentar ganar fuerza para, por primera vez desde que llegó Internet, tener algo que decir? ¿No iba de eso el periodismo?

TEMAS RELACIONADOS: