Management

Liderar compatibilizando vida laboral y familiar

José Luis Zunni | Martes 21 de enero de 2020
Estamos a las puertas de un cambio social profundo. Un nuevo Gobierno asoma en los albores del año 2020 para hablar con voces nuevas de feminismo, justicia social, pin parental, corresponsabilidad… Sin embargo, este ruido de cacharrería mediática y programática no nos puede desviarnos del camino en nuestras organizaciones. El liderazgo empresarial debe tener escucha en la sociedad, pero también debe tener coherencia en su compromiso ético, sus principios y valores.

Y cuando la tormenta perfecta asoma por el horizonte es bueno que recordemos y asentemos algunos principios básicos del liderazgo, que también comienzan por uno mismo y por concienciar a los que nos rodean sobre valores como la corresponsabilidad, la flexibilidad laboral, la gestión por objetivos, la felicacia empresarial, etc., etc. Así que vamos con el primero de ellos.



Vivir es vivir

Desde esta tribuna hemos dedicado algunas de nuestras aportaciones a la compatibilización entre vida laboral y familiar. ¡Que no es una quimera! Que ya son muchas las culturas corporativas de empresas que lo cumplen.

Entre los factores que pueden ser limitantes hacia un buen liderazgo efectivo, sin duda, uno de ellos es la falta de sensibilidad hacia la vida familiar y personal. Bueno, es el momento entonces de intentar desbloquearlo; al menos es la intención de los autores. Tengamos claro el principio de que ‘vivir es vivir’; es decir, no existen dos vidas paralelas: la de la jornada laboral y la del tiempo libre: ocio, familia, deporte, cultural, social… ¡Sólo tenemos una vida!

¿Cuál es el límite real de tu liderazgo?

No importa que seas el máximo responsable de una organización. Aunque estés en un puesto de base, pero asumiendo funciones y responsabilidades importantes, debes convertirte en un líder de ti mismo. Hacer lo mejor que sabes hacer las cosas. Preocuparte por las tuyas y las de tus compañeros de equipo. Porque tienes aspiraciones y quieres progresar, sea dentro o fuera de la empresa. Has estudiado, te has capacitado y tienes las puertas abiertas porque deseas subir a ese puesto de liderazgo que soñaste.

Pero, ¿pretendes ser un gran líder? ¿Cómo sabes si tu liderazgo será realmente como el que tú quisieras de tu líder y/o jefes actuales? ¿Te parece la compatibilidad vida-trabajo un elemento esencial?

Lo que primero debes aprender es que en las organizaciones (como en la vida) las acciones pesan más que las palabras. Por tanto, aquello de que “soy esclavo de mis palabras y dueño de mis silencios” es la mejor sentencia que nos indica que lo más importante son los hechos. “Facts”, denominan en la terminología anglosajon; tan concreta y sencilla para definir lo que se espera de una persona.

Como líder, se te evaluará en lo que hagas, no en lo que digas o pretendas hacer. Pero, desafortunadamente para muchos líderes, nuestras acciones no siempre coinciden con nuestras intenciones.

Comentaba un líder de una importante empresa de servicios publicitarios con uno de sus asesores externos que “todos nuestros mandos intermedios modelan bien el equilibrio trabajo-vida”. Pero uno de los asesores le miró y no pudo contenerse diciéndole: “Es verdad, después de catorce horas de lunes a viernes, el viernes a las 15.00 se dedican a sus respectivas familias”.

Poco a poco, los empleados y los empresarios tienen mucho más claro (más los primeros que los segundos) la importancia que tiene esta ecuación trabajo–vida.

La revolución digital ha puesto a todos en su sitio, especialmente con las nuevas generaciones de trabajadores como los millennials; las pequeñas y medianas empresas tienen por imperativo cambiar su forma de pensar sobre el trabajo y el compromiso, ya que esta conciliación familiar y laboral es clave.

¿Renunciar a mi vida personal es la única manera de escalar en la empresa?

Este pensamiento es cosa del pasado, más cuando las generaciones de nuevos profesionales muy jóvenes tienen en su mapa mental la idea clara de que su preferencia de una vida laboral y familiar bien equilibrada es esencial para estar satisfechos, rendir en el trabajo y que todos salgan ganando. Si los trabajadores ganan, la empresa gana.

Aquella inecuación de que la empresa debe maximizar beneficios a cualquier coste es parte de los anales de la historia de las organizaciones.

Algunas recomendaciones

En el ámbito personal y laboral hay, como en todos los otros ámbitos de la vida, zonas grises. No existen sólo negros y blancos. Pero una empresa pequeña o mediana tiene muchas dificultades cuando compite por talento y nuevas contrataciones si la comparamos con una gran corporación.

Las formas remunerativas, sean fijas o variables, son más bajas por una necesaria competitividad en los costes. Esto posiciona a estas empresas en una situación bastante lejana de las grandes, especialmente las globales y multinacionales.

Pero hay formas fáciles de mejorar esas condiciones sin coste adicional para la empresa, que pasan por:

– Horas de trabajo flexible.

– Trabajar desde casa o fuera de la oficina.

– Facilitar no sólo la tecnología (dispositivos móviles, tablets, etc.), sino adaptar los procedimientos de supervisión y control.

– Adaptar horarios de trabajo a las necesidades personales, especialmente para las mujeres y hombres jóvenes que tienen hijos que cuidar, llevar a la guardería, etc.

Cuando vemos que la organización no se mueve respecto a los horarios estrictos, es evidente que son cosa del pasado, para nada productivos y además responsables del estrés, así como la frustración de los empleados.

Beneficios sociales y compensación personalizada

Los beneficios sociales y los planes de retribución flexibles son una de las mejores formas de mejorar el salario del personal sin coste para la empresa.

Cuando el jefe no da el ejemplo

Estamos acostumbrados a ver en las organizaciones que, por los motivos señalados más arriba de obligaciones con hijos -que es algo lógico y natural-, estos empleados deben cumplir estrictamente un horario, independientemente de que sus supervisores, jefes, etc. se queden varias horas más en la oficina.

En varias ocasiones hemos visto cómo esta autoimposición que hace un jefe sobre sus horas de trabajo, pone en situación bastante comprometida a sus empleados respecto a que estos necesitan cumplir un horario y pueden pensar que su decisión de no permanecer más horas (salvo momentos excepcionales que el trabajo lo exija), lleve a su jefe a pensar en que no quieren comprometerse ni con él ni con la empresa.

Y esto sigue ocurriendo y no debería ser (aunque lo es aún) una medida sobre el desempeño y comportamiento de un empleado a la hora de las valoraciones.

Una lección que hay que aprender

La importancia de que el líder se conduzca bien en su vida no es para su propio beneficio, sino para mejorar a las demás personas. O sea, liderar mejor en impactar en los empleados bajo su mando para que ellos puedan aprender y emular sus acciones y formas de pensar.

De ahí que mal lo lleva un líder y una organización por él dirigida cuando su conducta transmitida es justamente lo contrario de lo que hace en la práctica, poniendo la ecuación vida-trabajo patas arriba y forzando en más de una ocasión a que un empleado se quede por compromiso y no por necesidad de su trabajo ese día concreto.

Parte de la responsabilidad del liderazgo es comprender la influencia que se tiene en otras personas. Los líderes establecen el tono y el ritmo de los equipos. Y esa responsabilidad, si está comprendiendo el peso de la misma, es la razón por la cual su viaje de liderazgo debe comenzar liderándose bien. Y entonces el balance trabajo-vida debe funcionar.

José Luis Zunni es director de ecofin.es y vicepresidente de FORO Ecofin. Director de ECOFIN Business School y coordinador de ECOFIN Management & Leadership. Director del Centro de Liderazgo de la EEN (Escuela Europea de Negocios) y coordinador académico de la Red e Latam del grupo media-tics.com. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014. Conferenciante. Ponente de Seminarios de Liderazgo y Management de la EEN y coordinador del FORO DE MANAGEMENT Y NUEVA ECONOMÍA DE LA EEN. Autor de ‘Inteligencia Emocional para la Gestión. Un nuevo liderazgo empresarial’, coautor de ‘Liderar es sencillo. Management & Liderazgo’ y coautor con Ximo Salas de ‘Leader’s time (Tiempo del líder)’

Antonio Alonso, presidente de la AEEN (Asociación Española de Escuela de Negocios) y secretario general de EUPHE (European Union of Private Higher Education).

Salvador Molina, presidente del Foro ECOFIN y consejero de Telemadrid