FUTURO

Reproducción sin embarazo

Ilustración de Alicia Machimbarrena realizada con IA. www.aliciarte.es
Miguel Ormaetxea | Martes 11 de abril de 2023

Estamos al borde de librar a las mujeres de la pesada carga del embarazo y el parto.



La revista americana WIRED es sin duda una de las mejores del mundo para anunciar y profundizar sobre el presente y del futuro. Acaba de publicar un tema titulado “Los úteros artificiales cambiarán los derechos del aborto para siempre”. Ha habido avances médicos muy importantes, incluido el llamado Biobag, un útero artificial que llevó a término fetos de cordero con éxito. Estos avances y otras en marcha abren la puerta a la reproducción sin embarazo. El cambio que se avecina revoluciona hasta la raíz las sociedades patriarcales impuestas desde la aparición de la agricultura y libera a las mujeres hacia un nuevo horizonte que debe ser más justo.

En un futuro cercano, la mujer no tendrá que albergar un feto en su cuerpo para tener un bebé. Ni tendrá que arriesgarse al dolor, o incluso la muerte, para llevar a término un embarazo. ¡Eso sí que es una liberación de la mujer! Ni tan siquiera necesitará una pareja del sexo opuesto, ni ningún tipo de pareja.

Este mismo año, investigadores de Instituto de Ciencias Weizmann y la Universidad de Cambridge utilizaron células madre de ratones para crear embriones completamente sintéticos. Están convergiendo una serie de avances muy significativos en medicina, también en otras especialidades, que anuncian un rechazo profundo de la biología como destino.

Ser mujer ha cambiado mucho en los últimos 200 años, incluso en los últimos 20. Pero terminar con la barbarie del embarazo y el parto es el comienzo de una utopía posgénero. Es difícil de imaginar, pero también muy hermoso, más luminoso y más justo. Pero habrá que tener mucho cuidado: la tecnología es una espada de doble filo, por un lado, nos puede salvar la vida. Por el otro puede aniquilarnos. Todo adelanto científico y tecnológico debe estar encuadrado y vigilado por la ética, la sabiduría humana acumulada, y la compasión. Por ejemplo, no debemos dejar que los úteros artificiales queden reservados para los muy ricos, como seguramente sucedería en EEUU, si lo dejamos a las ciegas fuerzas del mercado.

Se abren un sinfín de posibilidades: se podrá interrumpir un embarazo sin interrumpir el feto. Si uno de los miembros de la pareja quiere abortar y otro no, el útero artificial podría solucionar la disidencia con un compromiso. Aumenta extraordinariamente las fórmulas de control sobre este asunto de inmensa trascendencia.

El Biobag, los embriones sintéticos o los trasplantes de úteros para mujeres trans, según un artículo de 2023 de la Clínica Cleveland, están siendo desarrollados por varios equipos en EEUU y es probable que sean posibles en los próximos años.

Se trata probablemente del conjunto de innovaciones más disruptivas de la historia de la humanidad. Tendrá sin duda consecuencias de gran calado que aún no se pueden prever. Este tema tendrá sin duda mucho recorrido en el futuro. Aquí solo vamos a apuntar algunas reflexiones.

Por ejemplo, la hembra humana sufre y corre peligros como casi ninguna otra especie en este planeta a la hora de reproducirse, y eso origina un tipo de familia, un tipo de sociedad y una serie de condicionantes sociales de gran profundidad. Ahora todo eso puede verse trastocado.

Somos mamíferos como la vaca, pero no nos comportamos como tales, más bien como aves. El embarazo y el parto de la vaca es envidiable, casi ni se entera y deja caer una vaquita madura bastante autosuficiente. La evolución es un juego de compromisos que a veces juga malas pasadas. Nuestro cerebro complejo necesita tiempo para desarrollarse, su tamaño obliga a la madre a un parto difícil por la gran cabeza y las estrechas caderas. Luego necesitamos una larga infancia. Los padres tendrán que hacer casi todo durante un periodo prolongado de indefensión infantil. Sin embargo, las madres de mamíferos no humanos crían a los hijos sin la participación del padre. Pero los humanos tienen otras exigencias y eso los hacer generalmente monógamos, aunque la cópula fuera de la pareja ciertamente ocurre y tiene sus propias complejidades evolutivas. Algunos psicólogos y biólogos argumentan que la sexualidad humana está naturalmente predispuesta a múltiples parejas, a la poliandria y a la poligamia. Pero si se generaliza, el equilibrio se rompe y el sistema se desmorona por completo. La monogamia humana es la respuesta evolutiva a nuestra necesidad de cuidado biparental de los niños, argumenta el biólogo evolucionista Antone Martinho-Truswell en la prestigiosa web Aeon.com. Pero ahora, las nuevas tecnologías en desarrollo cierran el círculo. Nuestro futuro está más abierto que nunca. Dependerá de cómo gestionemos las nuevas herramientas. Necesitamos sabiduría. Pero ya dijo Isaac Asimov que “el aspecto más triste de la sociedad actual es que la ciencia en más rápida adquiriendo conocimientos que la sociedad adquiriendo sabiduría”.

TEMAS RELACIONADOS: