Medios de Comunicación

Sombras sobre el periodismo abierto

“The Guardian” lo potencia, pero pierde 37,8 millones de libras

Rodrigo Carretero | Martes 02 de septiembre de 2014

El denominado periodismo abierto, ese que fomenta la participación de los lectores y la trasparencia, está en auge. Así lo demuestra el diario británico “The Guardian”, que ha apostado por ese modelo como contraposición a los muros de pago. El rotativo lanzó hace unos meses un llamativo vídeo en el que explicaba su modelo de periodismo abierto y cómo gracias a la tecnología ha establecido nuevas formas de comunicación con sus lectores y con las fuentes. El periódico ha apostado fuerte por el uso de las redes sociales y la cobertura de eventos en directo con vídeo, texto y aportaciones de los ciudadanos. La última iniciativa la lanzó hace solos unos días. Se llama n0tice y es un servicio de micro-mensajes de participación ciudadana.



Pero “The Guardian” no es el único que está apostando por el periodismo abierto. John Paton, CEO de Digital First Media, es un gran defensor de este modelo. Prueba de ello es la iniciativa “Newsroom Café”, que consintió en abrir una cafetería en uno de sus periódicos, el “Register Citizen”, para que los lectores pudieran charlar allí con los periodistas y exponerles sus ideas. Digital First Media lanzó hace unas semanas otras 12 iniciativas similares para “involucrar a sus lectores locales”. También la televisión Al Jazeera relanzará su plataforma de periodismo ciudadano y medios como FranceTv o Newsring potencian cada vez más la participación de los usuarios. El “California Watch” también está probando: transforman cafeterías en redacciones por un día para acercarse al público.

Este modelo de periodismo abierto tiene sus orígenes en una iniciativa que lanzó “Norran”, un periódico sueco regional, que desarrolló un blog y un Twitter para conversar con los lectores, quienes se podían comunicar rápidamente con los periodistas. En esta línea, “20 minutos” ofrece desde hace tiempo una pizarra digital en la que explica sobre qué temas trabajarán sus redactores. “The New York Times” ha ido un poco más allá últimamente, realizando videoconferencias entre lectores y personajes relevantes.

Pero algunos expertos advierten de que el periodismo abierto tiene riesgos. Uno de ellos es que los lectores participen de forma anónima en las iniciativas para empeorar su funcionamiento. Son los llamados ‘trolls’. Por eso, cada vez más los periódicos obligan a sus usuarios a registrase y en el estado de Nueva York se ha presentado un proyecto de ley que pretende obligar a los autores de los comentarios a identificarse. De esta forma, los administradores de las web deberán borrar las publicaciones anónimas a menos que sus autores se identifiquen con su nombre, dirección física e IP. La iniciativa ha suscitado gran polémica.

Más allá de ese aspecto, el modelo económico del periodismo abierto también genera dudas. Hace unos días, sin ir más lejos, Heather Brooke, escritora y periodista, aseguró que el proyecto de “The Guardian” es “un modelo en quiebra”. “Estoy muy en contra de lo que está haciendo ese diario. Al principio me gustaba, pero el modelo de negocio ha fallado. Regalar las noticias es insostenible porque las noticias son caras. “The Guardian” tiene unas expectativas exageradas con el periodismo abierto, la participación ciudadana no sirve. El periódico se está desangrando a un ritmo colosal”.  

Lo cierto es que “The Guardian” quiere duplicar en poco tiempo sus ingresos por la edición digital, ya que el año pasado el diario registró unas pérdidas de 37,8 millones de libras. Actualmente, el “Mail Online” le aventaja ampliamente en Internet: cuenta con 5.653.577 usuarios únicos al mes, por los 3.876.212 de “The Guardian”, según los últimos datos del Audit Bureau of Circulations (ABC).