PERIODISMO

Acabemos con el periodismo correveidile

Las declaraciones de políticos y demás personajes de todo tipo con mucha frecuencia no son noticia y debemos abstenernos de reproducirlas

Miguel Ormaetxea | Martes 12 de febrero de 2019
Los periodistas españoles nos hemos convertido en corresponsables de las sopa tóxica que es actualmente el ecosistema de la información. Esta es una de las principales causas del descrédito de la profesión y sus productos. Los medios españoles se encuentran entre los menos fiables de Europa. Nuestra penosa imagen está pareja con la de nuestros políticos y no es casualidad. Muchos profesionales, demasiados, son meros portadores de la 'alcachofa', el micrófono en mano con el que corremos tras el político o el famosillo de turno, rogando unas declaraciones que en la mayor parte de los casos son inanes, huecas, vanas, insustanciales e incluso insultantes. Es hora de acabar con esto y recuperar el sentido crítico que debe ser siempre seña de esta profesión.

Todos coinciden: un informe elaborado por la Universidad de Oxford y publicado por el Instituto Reuters concluye que los medios de comunicación en España son los menos creíbles de los 11 países consultados en Europa y los segundos menos creíbles de los 12 estudiados en todo el mundo. La paradoja es que los españoles son los que más interés muestran por las noticias: el 85 % las considera esenciales. El Barómetro del CIS da un suspenso a la valoración de los medios (4,3 sobre 10). Otra investigación de la Universidad de Valencia arroja parecidos resultados.

¿Estamos perdidos los periodistas y tiene razón el periodista peruano Diego Salazar y "no hemos entendido nada"?

Nemesio Rodríguez, presidente de la FAPE, hizo un repaso de los muchos males que aquejan a la profesión en un acto recientemente celebrado, organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid. Rodríguez pidió a los redactores que "dejen de hacer seguidismo ciego de las redes, para elaborar su propia agenda y defenderla por encima de las tendencias y el síndrome viral que intenta seducirnos a diario".

Tiene razón Víctor de la Serna cuando advierte sobre la elección de tres periodistas para leer el manifiesto de la concentración celebrada el pasado domingo en la Plaza de Colón de Madrid. Todo periodista tiene derecho a intervenir, pero la participación activa en un evento partidista no contribuye a la dignificación y objetividad que pedimos para esta profesión. Además, señala también de la Serna, "los tres periodistas leyeron un texto en el que había inexactitudes manifiestas, como que el Gobierno había aceptado las 21 exigencias del presidente catalán Torra".

Los periodistas tenemos el deber de tener una postura crítica, separar la enorme cantidad de paja del escaso grano realmente noticioso. Tenemos el deber de organizar y jerarquizar la información con criterios profesionales. Tenemos el deber de no acudir a convocatorias de ruedas de prensa sin preguntas. Tenemos el deber de no mezclar el periodismo de información y de opinión. Tenemos el deber de dignificar urgentemente esta profesión con criterios claros y tajantes. Tenemos el deber de exigir remuneraciones dignas y condiciones laborales defendibles. Acabemos con el periodismo correveidile.

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