En el año 2014, la actividad de este país en materia de firma digital llamo mi atención y por ello escribí el post “Firma digital segura en Bolivia para el desarrollo de la sociedad digital” donde traté el importante rol que la firma digital segura estaba jugando en el desarrollo del Gobierno Electrónico de Bolivia y cómo desde las instituciones se estaba creyendo e invirtiendo en ello.
Esta apuesta tecnológica ha seguido creciendo a lo largo de estos tres años, velando por su radicación en una base criptográfica, la tecnología más segura para el desarrollo de soluciones de firma digital de confianza, es decir, aquellas que contienen certificado digital y clave privada para el firmante, otorgan integridad y no repudio de lo firmado e imposibilitan, por lo tanto, la alteración de lo firmado.
Así mismo, este modelo de firma digital está siendo implantado no sólo a nivel de Gobierno Electrónico sino también por parte de las entidades financieras y los medios de pago y en las operaciones derivadas del comercio electrónico.
2017 se presenta como el escenario temporal para la puesta de largo de la firma digital en Bolivia y por ello, ya desde el año 2016, se han venido desarrollando iniciativas como el evento: A un año de la Firma Digital en Bolivia, que corrió a cargo de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) y donde diferentes empresas expusieron sus soluciones de firma digital segura y soluciones de PKI.
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Es innegable que por parte de Bolivia se está haciendo todo lo posible por alinearse a lo logrado por otros países como México o Perú y estoy seguro que así será, siendo en breve todo un ejemplo de éxito en el uso de la firma digital.
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