A pesar de la sorpresa inicial en estos tiempos de desprecio al papel del papel, puede que sea cierta su influencia en algunas situaciones que, sin embargo, habría que definir. Los intereses de las empresas y de las audiencias están tan fragmentados que, para valorar esa respuesta, quizás no debería ser anónima. Porque la influencia, así, en general, yo no sé bien lo que es.
Frente a esa consideración a contracorriente de la capacidad de influencia del papel, sorprende el escepticismo de los comunicadores a la hora de valorar a las redes sociales como un nuevo "Cuarto poder", un papel tradicionalmente reservado para la prensa. El 26,9% de los entrevistados –el porcentaje más elevado en esta respuesta- destaca su escasa capacidad para ocupar esa posición por la falta de credibilidad. Pero es que, tal como mostró un reciente estudio de Reuters, la credibilidad no es el fuerte de la prensa española.
Otro dato que resulta sorprendente es que, para un 25% de los encuestados, el "Cuarto Poder" no lo ejercen hoy las redes sociales, porque aún hay varias generaciones que no participan en ellas. Y digo que me sorprende el dato porque, por el mismo razonamiento de brecha generacional, se podría decir que los periódicos de papel no tienen capacidad de influencia, algo en lo que sí creen estos comunicadores.
Algunos participantes en el estudio consideran también que las redes sociales ejercen solo un poder complementario al de los Medios de Comunicación tradicionales y que necesitan del altavoz de estos últimos para lograr ser realmente el cuarto… o el quinto poder. Es posible que a veces sea así, aunque se podría pensar que es justo al revés: son los medios tradicionales los que necesitan de la capacidad de difusión de las redes para hacer llegar sus contenidos a audiencias mayores, buscando mayor influencia y posibilidad de negocio. Ese es el sentido de los acuerdos alcanzados por los medios con populares plataformas sociales.
A la luz de estos resultados, se podría llegar a la apresurada conclusión de que muchos de los dircoms entrevistados peinan demasiadas canas, las propias o las de sus jefes. Para no hacer juicios apresurados, sería interesante conocer la ocupación concreta y posición jerárquica de los que han respondido a cada una de las preguntas. Solo así podríamos saber qué profesionales son más sensibles al cambio que está experimentando la comunicación.
Pero dejando a un lado los fríos porcentajes, este interesante estudio también añade comentarios y algunos me parecen jugosos. Allá va mi favorito, con el que termino este post:
“Entre los Medios y las empresas deben buscarse nuevas fórmulas de relaciones de ida y vuelta. Es preciso llegar a un estatus de reciprocidad y respeto mutuo, en orden a conseguir mayores cotas de garantía informativa, seriedad y rigor. La presión, ya sea política o económica, a medio y largo plazo se paga, en detrimento de Medios y empresas y de su credibilidad. Hay que perseguir un ‘quid pro quo’ racional que no desvirtúe los contenidos, ni a favor ni en contra y apostar por el rigor y la seriedad en las relaciones entre ambos y en la proyección informativa. La opinión pública de las nuevas generaciones es cada vez más exigente y desconfía de apaños y cantos de sirena”
En fin, recomiendo la lectura completa del interesante trabajo realizado por Estudio de comunicación y Servimedia que tenéis bajo estas líneas.