Concretamente, los españoles gastaron 1.150 millones de euros en cambiarse de móvil durante 2013, doblando la cifra de 2012. Los smartphones son cada vez más sofisticados y caros, y los operadores subvencionan cada vez menos terminales. Y ambas cifras se agudizarán, móviles cada vez más caros y menos subvencionados, dados los resultados.
Otro dato sorprendente es el referido al fabricante Samsung. El coreano arrasa en el mercado español, cuatro de cada diez móviles vendidos son de su marca, y en 2013 ha repetido año como líder de ventas. El segundo es Sony, con solo un 15% del mercado, LG vende otro 12%, Nokia el 5% y Apple un pírrico 4%. Por si fuera poco, ocho de los diez modelos más vendidos en 2013 fueron Samsung, Galaxy Mini 2 y Galaxy SIII Mini, encabezaron el ránking de modelos más vendidos.
La incongruencia es que Samsung es la marca menos recomendada de todas por sus compradores. Los modelos más valorados, y recomendados por sus propietarios, en 2013 fueron el iPhone 5S y el iPhone 5C, los recomendarían las tres cuartas partes de sus compradores. La mitad de quienes compraron móviles BQ los recomendarían, la cifra baja al 37,6% en el caso de Sony, una décima menos para smartphones HTC, y se hunde hasta el 27% entre los dueños de Samsung.
Kantar asegura que la práctica totalidad de los móviles comprados en España son smartphones, los más caros del mercado. Ya en agosto de 2013 liderábamos la penetración de estos terminales inteligentes. Según quien la mida, oscila del 66% (comscore España) al 59% de Kantar.
De cualquier forma, el porcentaje de penetración de smartphones se ha triplicado en los últimos tres años, los más duros de una crisis con cifras escalofriantes como la de los tres millones de españoles que carecen ingresos para alimentarse, y deambulan entre los comedores y almacenes de alimentos de Cáritas o de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, suministrados desde los bancos de alimentos que, a su vez, son suministrados por más de 3.000 empresas españolas. ¿Cuántas de ellas los habrán puesto en la calle? Otra incoherencia, esta no ha sido medida por Kantar.