Las operadoras podrán gestionar el tráfico para cumplir una orden judicial, para garantizar la seguridad de la red o en caso de congestión.
La Unión Europea ha concluido su normativa sobre Neutralidad de la Red, pero algunas excepciones están generando polémica entre algunos colectivos. Lo básico está garantizado: todos los datos que viajan por la Red son iguales y no caben excepciones entre ellos. Las operadoras de telecomunicaciones no podrán bloquear, ralentizar o discriminar el tráfico de Internet, por lo que los usuarios podrán utilizar su conexión para lo que quieran y todos los servicios tendrán el mismo tratamiento. Tampoco se podrá cerrar acuerdos específicos con empresas y plataformas para que sus contenidos tengan preferencia: se acabaron los planes de algunas plataformas para que sus productos sean tratados de forma especial.
Sin embargo, hay tres excepciones: las operadoras podrán gestionar el tráfico en caso de requerimiento judicial, para garantizar la integridad y seguridad de la red, o a causa de congestión en la red. El último punto es el que podrían utilizar las operadoras para modificar Internet a su antojo, se quejan desde algunas asociaciones. Pero lo cierto es que está tasado cómo deberían hacerlo (al contrario que en las otras dos excepciones): sólo por tiempo limitado e igualando servicios equivalentes. Esto significa que si una operadora ralentiza YouTube porque un pico de usuarios está perjudicando el funcionamiento de la red, también tendrá que ralentizar Vimeo y Dailymotion. Además, las operadoras deberán justificar ante la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) por qué adoptaron esa medida.
El nuevo reglamento prohibirá acotar Internet: quien proporcione acceso a la Red deberá hacerlo a toda la Red, de manera libre. Y tampoco se podrá restringir el acceso a determinadas aplicaciones una vez consumidas las tarifas de datos contratadas: esto se aplicará en caso de “tasa cero”, una opción que ofrecen algunas operadoras de navegar por determinadas aplicaciones sin consumir datos. Cuando se agote la tarifa, se agotará también el acceso a las aplicaciones incluidas en esa tasa cero. Si una operadora no descuenta datos al acceder a Twitter, tendrá que ralentizar también el acceso a Twitter cuando el usuario haya consumido su plan de datos: no podrá mantener la red social a máxima velocidad mientras restringe a otros servicios.
Quienes sí podrán restringir el tráfico son las cafeterías, hoteles y aquellos lugares que proporcionen wifi a sus clientes, ya que se trata de puntos de acceso específicos y enfocados a un grupo de usuarios muy concreto.
La normativa europea se inspira en la estadounidense, aunque aquel país
blindó la neutralidad de la Red al considerar el acceso a Internet como “servicio público”, lo que le otorga un estatus especial y refuerza el control sobre las prácticas de todos los actores implicados en proveer servicios de conexión y contenidos. Las principales diferencias entre ambas legislaciones tienen que ver con la importancia de las empresas de cada zona: mientras que en Estados Unidos las plataformas tecnológicas como Google o Facebook tienen mucho peso, en Europa son las operadoras de telecomunicaciones las empresas más importantes. De ahí que cada bloque haya creado sus disposiciones tratando de beneficiar en cierto modo a las empresas que lideran cada mercado.