La tecnología lleva la personalización a sus últimas consecuencias para ayudar a las empresas a vender en tiempos de crisis. Debe ser especialmente inteligente, flexible y colaborativa para que las empresas lleguen a donde nunca lo habían hecho, dar respuestas personalizadas con rapidez. Las innovaciones tecnológicas se han pegado al mandato empresarial de aumentar ventas, para detectar y segmentar cualquier nicho de clientes, y servirles novedades de forma dinámica. Análisis de información, cloud computing y soluciones de comercio inteligente son las herramientas puestas sobre la mesa por IBM. Con ellas se puede, incluso, poner en marcha una empresa de un plumazo, para responder a necesidades surgidas en un mercado remoto, poniendo su infraestructura en la nube.
La tecnología de comercio inteligente logra grandes resultados. La firma británica Kiddicare ha aumentado sus ventas un 20% con ella, ventaja que intentan conseguir empresas como El Corte Inglés, Roca, Neck & Neck o Carrefour. Un ejemplo, la solución de IBM, Smarter Commerce, aúna las plataformas informáticas y de gestión que soportan los procesos de compras, marketing, ventas y servicios postventa de las empresas para responder de forma conjunta a cada cliente. Ayuda a capitalizar los patrones de comportamiento en las compras online, surgidos con la explosión del móvil y de las redes sociales, para que las empresas se anticipen al mercado de forma personalizada. La información recogida en las redes sociales, por ejemplo, puede ser utilizada por el departamento de marketing para aumentar su efectividad, por la central de compras para anticiparse al deseo del consumidor, o por el servicio postventa para vender más.
El ahorro es imperativo en la nueva forma de vender. El tradicional cloud computing, que logra ahorros de hasta un 90%, se ha convertido en una tecnología disruptiva por su madurez. Empresas de todo tipo y de cualquier tamaño pueden acceder a las tecnologías más top del mundo porque están alojadas en la nube. La digitalización de las empresas recae, además, sobre la economía de cada país. Booz & Company ha detectado que por cada diez puntos de digitalización de una economía aumenta su renta per cápita en seis décimas, y reduce el desempleo en un 0,84%.En España, es necesario acercar la fiscalidad a la media europea, inferior a la española, para hacer plataformas competitivas de ecommerce en el país, más asequibles al entorno PYME. El social commerce, vender en las redes sociales cobra fuerza. En Facebook, Delta vende billetes de avión, y Lewis ha puesto una tienda. Además, la PYME industrial deberá estar en Linkedin para vender a otras empresas
La seguridad es otra compleja ecuación, cuya solución deberá contentar a empresas y consumidores. La legislación, pensada para el mundo físico permite, por ejemplo, una retrocesión del pago después de recibir la compra. Las empresas más pequeñas no pueden defenderse de compras fraudulentas. Un estudio realizado por el sello de seguridad online alemán Trusted Shop concluye que la mitad de los compradores online españoles lo hacen en sites extranjeros por percibirlos más seguros. Quedan demasiados flecos por cortar.