Fuerte inversión de las empresas chinas en Internet

Tras quedar rezagadas en la adopción de estrategias en Internet, las empresas chinas están comenzando a realizar fuertes inversiones en componentes básicos de la economía de la red, tales como nuevas plataformas digitales, computación en la nube o big data.

Según un informe del Instituto Global McKinsey, Internet contribuirá de un 7 a un 22% al crecimiento del PIB de 2013 a 2025. Un tercio de las ganancias que se obtengan derivará de la creación de mercados completamente nuevos y el resto de un aumento en la productividad.

Un mayor compromiso digital dará un nuevo impulso a la economía fomentando una nueva actividad económica bastada en la productividad, la innovación y un mayor consumo. A medida que las nuevas tecnologías sean adoptadas, los modelos de negocio menos productivos cederán terreno a los más innovadores.

El nuevo ecosistema económico tendrá cinco rasgos característicos:

1. La explosión de la productividad. Internet permitirá la automatización de los procesos, emplear el big data para gestionar el inventario y el envío de productos o el seguimiento remoto de la salud de los pacientes para ahorrar costes, entre otros.

2. Mayor acceso a la financiación y menor riesgo. Las instituciones financieras podrán gestionar sus recursos eficazmente, controlar las transacciones, evaluar los riesgos y, por ende, aumentar la base de los prestatarios.

3. Interacciones con el consumidor más satisfactorias. Las plataformas digitales permiten identificar a potenciales clientes, conocerles mejor y satisfacer sus demandas. Incluso podrán acceder a los que procedan de otros mercados.

4. Reducción de las barreras a la innovación. En electrónica de consumo, las empresas están ganando familiaridad con los procesos de código abierto que transformarán el I+D. De esta forma accederán a diseños innovadores que pueden diferenciar los productos y colocarlos más rápido en los mercados.

5. Cambios en la competitividad. Internet supone una gran oportunidad de expansión a pequeñas y medianas empresas, ya que hay menos barreras de entrada en todos los sectores. Esta nueva competencia dejará obsoletos los modelos de negocio de empresas tradicionales a las que no les quedará más remedio que adoptar nuevas soluciones o desaparecerán.