El país europeo repite liderazgo respecto al año pasado, mientras que el meteórico ascenso de Finlandia, sube tres puestos, desplaza a Alemania fuera de los cinco mejores. Estados Unidos baja un puesto en el escalafón, ante el imparable avance de los países asiáticos, que ven de este modo recompensados los grandes esfuerzos realizados en desarrollo e innovación. Singapur, que se sitúa en el segundo puesto del ranking, es un buen ejemplo de ello y desplaza a Suecia a la tercera posición.
El Indicador de Competitividad Global (GCI) se elabora anualmente por el WEF en base a múltiples componentes ponderados con los que se pretende medir los diferentes aspectos de la competitividad, la actividad económica y la innovación.