La decisión política del ex – presidente Alvaro URIBE de combatir a las FARC, posibilitó que la República de Colombia, ocupe hoy un lugar destacado en el concierto mundial; actualmente recibe un flujo de inversiones extranjeras directas envidiable, que por ejemplo no recibe Argentina (que tanto lo necesita), y este cambio se explica por cuanto, un estadista en determinado momento de su mandato, toma una decisión política valiente, al mismo tiempo que acertada, con la mirada puesta en las futuras generaciones.
Colombia tenía un foco infeccioso que amenazaba con expandir su mal al resto del continente; ese mal estaba constituido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, un grupo guerrillero, creado en 1964, que se autoproclamara como marxista-leninista y que opera en Colombia y de allí irradia sus operaciones subversivas hacia las fronteras de Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
Su forma de financiarse fue variada (secuestros extorsivos, robos, etc.), pero cuando sus comandos necesitaron mayor equipamiento, se aliaron con los cárteles del narcotráfico (en varios correos hallados en ordenadores del fallecido jefe militar de esa guerrilla, alias 'Mono Jojoy', se verifica la asociación delictiva, con los narcotraficantes Daniel Barrera, alias "Loco Barrera", y "Comba" o "Combatiente", cuyo verdadero nombre es Luis Enrique Calle Serna, jefe de la banda criminal "Los Rastrojos").
Las FARC son consideradas una agrupación terrorista por diversos Estados (entre ellos Colombia, Chile, Perú, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda) más la Unión Europea. Sin embargo, gobiernos de otros países latinoamericanos como Brasil o Argentina no le dan la misma calificación.
Pero el presidente Uribe estaba persuadido de que extirpando a las FARC, era la única solución para que Colombia volviera a ser un país considerado normal, por lo que la derrota del terrorismo se debía constituir en una POLÍTICA DE ESTADO.
Es por ello que se alió con Estados Unidos para que le proveyeran ayuda militar, asesoramiento, tecnología y para que dicha ayuda se concretase, celebró un convenio por el cual permitió la presencia de militares estadounidenses en al menos siete bases de las fuerzas armadas colombianas, en donde se iban a entrenar a las fuerzas especiales que combatirían a las fuerzas ilegales y subversivas.
Los países que conforman UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) lo citaron de urgencia a Álvaro Uribe, en una reunión extraordinaria que se hizo en la ciudad de Bariloche (Argentina) en agosto del año 2009; varios gobiernos procubanos (Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador), “sugirieron a Uribe” que cancelara esa iniciativa, haciendo hincapié en que ello militarizaría a la región y porque colisionaba con el pacto de UNASUR.
Pero Uribe no se dejó amedrentar y argumentó que "el acceso de los Estados Unidos para ayudar a Colombia en la lucha contra el narcoterrorismo era un decisión de estado sin renuncia de Colombia a la soberanía sobre un milímetro de territorio"; también agregó que se oponía al criterio que defienden varios países del continente, de despenalizar a los consumidores de drogas para concentrar sus fuerzas en los narcotraficantes, etc., etc.
¿Qué logró Álvaro URIBE con su decisión política (de la cual por suerte, no dio marcha atrás)? Que hoy Colombia sea un país en extremo progresista, donde llegan inversiones de todos los continentes; se nota en su población, el alivio por la paz recuperada, y por la generación de empleo, que ha derramado su influjo positivo en todos los estamentos de la sociedad colombiana.
Un muy buen ejemplo de como política y economía van de la mano. Sólo entienden este fenómeno los auténticos estadistas ya que saben como amalgamarlos; dos líneas directrices que en apariencia pareciera que pueden conducirse por carriles separados, pero en realidad son biunívocas, se necesitan mutuamente, para generar progreso y desarrollo sustentable.
Cambio de ciclo histórico
Una vez que Uribe finaliza su segundo mandato y se inicia el actual de Santos, las FARC seguían siendo centro de la historia colombiana.
Hasta tal punto que en el pasado mes de julio, el presidente Santos acusó a las FARC de violar los acuerdos de paz, culpándoles de haber cometido una "violación flagrante" de los compromisos anunciados después de comenzar los diálogos de paz en La Habana, al secuestrar a un ex militar estadounidense.
Es lamentable el nivel de cinismo con el que actúan las FARC, ya que secuestraron al ciudadano estadounidense Kevin Scott Sutay, y ofrecieron su entrega como un "gesto" de buena voluntad en el marco de las negociaciones de paz con el Gobierno que llevan a cabo en La Habana desde noviembre de 2012.
El presidente Santos sostuvo con firmeza, que lo que las FARC pretendían era hacer "nuevamente un show mediático" para que "el país y el mundo les agradezcan su gesto humanitario", lo cual no estaba dispuesto a permitirlo. Las FARC anunciaron mediante un comunicado publicado en febrero de 2012 que iban a acabar con las "retenciones de personas" con fines financieros y que pondrían en libertad a los últimos diez policías o militares que mantenían en condición de rehenes.
Datos relevantes de Colombia
Uribe inicia su mandato en el año 2002 y lo concluye luego de dos consecutivos en el año 2010.
En la gráfica 1, la raya azul muestra la inversión extranjera directa en Colombia, la verde el crecimiento del PIB y la más importante la punteada roja, marca el porcentaje de inseguridad que tiene un descenso violento durante el mandato de URIBE gracias a sus acciones militarizadas, en contra de la guerrilla.
Gráfica 1. Fuente PROEXPORT COLOMBIA
En la Gráfica 2, puede observarse como Colombia es el país con mayor fortaleza en términos de Protección al Inversionista en la Región. (Puesto 6° a nivel mundial)
Gráfica 2. Fuente PROEXPORT COLOMBIA
En la gráfica 3 se analiza la inversión como porcentaje del PIB, que se ha duplicado.
Gráfica 3. Fuente PROEXPORT COLOMBIA
Más datos apabullantes:
- Contribución de Colombia al crecimiento económico mundial (sexto lugar por crecimiento del PIB en porcentaje).
- El ingreso per-capita ha crecido casi dos veces desde el año 2000, manteniendo el ingreso medio alto.
- Colombia ostenta el puesto 28 entre las principales economías del mundo.
- La tasa de desempleo (línea verde) bajó 5 % durante el mandato de URIBE. El PIB fue siempre positivo con un bajón marcado al 1,7 % de crecimiento anual durante la crisis mundial financiera del año 2008. La inflación bajó del 7 %al 2,9 % (en niveles de países desarrollados).
- Colombia es el 3° país en la región con el ambiente más amigable para hacer negocios.
- Las exportaciones e importaciones se quintuplicaron en los últimos 10 años
- La evolución de la clase media desde el mandato de Uribe hasta el presente, ha sido de 5 millones de personas que ascendieron a la clase media durante ambos mandatos de URIBE y lo que va del de SANTOS.
- Las tres calificadoras de riesgo más importante del mundo (Standard & Poor’s, Fitch Ratings y Moody’s) califican el grado de inversión a Colombia entre estable y positivo como consecuencia de la reducción de la deuda pública, la consistencia y predictibilidad de la política macroeconómica y la solidez de la economía colombiana para afrontar choques externos, en clara referencia a cualquier crisis financiera internacional o regional.
- Los flujos de inversión extranjera directa se sextuplicaron en los últimos diez años y se encuentra entre los primeros 20 países del mundo como receptores de inversión extranjera directa.
Paso decisivo del presidente colombiano en Naciones Unidas
Esta semana el presidente Juan Manuel Santos será el centro de atención mundial en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Como suele ocurrir en estos encuentros, habrá reuniones bilaterales con importantes líderes internacionales, porque el gobierno colombiano lo que busca es blindar internacionalmente el proceso de paz con las FARC.
El presidente Santos mantiene su firme determinación en la negociación como la está llevando, porque tiene el convencimiento de que la paz es posible a esta altura del partido, mediante el diálogo.
Colombia necesita un amplio respaldo jurídico internacional para poner fin a cinco décadas de enfrentamiento armado con la guerrilla.
Santos no deja lugar a dudas en cada declaración, entrevista o intervención pública de su compromiso con el pueblo colombiano que ha sufrido esta guerra. Por eso afirma “me resisto a concebir un sistema de justicia internacional que obstaculice el camino de una nación que busca —sin desatender a sus víctimas y descuidar el derecho a la verdad— terminar un conflicto como el nuestro”.
Es evidente que la búsqueda del apoyo de la Comunidad Internacional es sustancial para el ejecutivo colombiano, en este proceso de paz. Aunque no todas son luces, porque en este caso las sombras provienen de la fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, que ha formulado serios reparos al modelo de justicia transicional que se quiere aplicar para saldar las cuentas judiciales de la guerrilla, advirtiendo duramente que la suspensión total de las penas iría contra el Estatuto de Roma, así como que aplicar la estrategia de juzgar únicamente a los mayores responsables de graves crímenes puede generar impunidad.
La tarea del presidente colombiano va a ser ardua: por un lado convencer a los líderes de las FARC que ya no es posible conceder amnistías absolutas y que la paz sólo es posible en un contexto de verdad, justicia y reparación; necesita obtener de la Comunidad Internacional a cualquier precio, la comprensión de que en una guerra de 50 años no se puede pretender que se investiguen todos los hechos de violencia perpetrados y procesar a sus responsables porque es del todo imposible. La fórmula que Santos tiene que encontrar debe ser suficientemente equitativa y realista en cuanto al respeto de los derechos de las víctimas.
Según el Estatuto de Roma, que creó la Corte Penal Internacional, lo hizo bajo la convicción de que la lucha contra la impunidad podía integrarse con la búsqueda de la paz negociada. Por eso, en su momento, la Corte Constitucional sugirió una declaración interpretativa para advertir que, de conformidad con el Protocolo II de los Convenios de Ginebra, el Estatuto de Roma no se opone a conceder amnistías en el marco del DIH, siempre y cuando sea para terminar el conflicto.
Las consecuencias inmediatas de la paz en Colombia, serían la paz de toda la región, especialmente de los 5 países limítrofes, porque habría una reducción sustancial del narcotráfico y un incremento de la seguridad de la región.
José Luis Zunni, Coordinador académico red e-Latam, Director Edición Online ECOFIN, Miembro de la Junta Directiva de Economistas Críticos y profesor de la Escuela Europea de Negocios.
Rubén E. Bianco, miembro de la Junta Directiva de Economistas Críticos. Analista económico financiero internacional. Experto en bolsas y mercados de valores.
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