Los SMS han muerto. Las aplicaciones de mensajería instantánea han logrado ocupar su lugar con un servicio que utilizan 9 de cada 10 propietarios de un dispositivo móvil pero, ¿Cómo pueden los medios aprovechar este tipo de plataformas? ¿Qué son los chatbots?
Nos encontramos en los albores de un nuevo modelo de negocio que podría ser rechazado de pleno por la parte más conservadora de la sociedad. Hablar de la Inteligencia Artificial (IA) y de las cosas que pueden llegar a hacer las máquinas por nosotros aún asusta a una gran parte de las industrias que ven en este tipo de avances el peligro que suponen para miles de puestos de trabajo.
Sin embargo, la tecnología va progresando a marchas forzadas. Por ello, los editores no pueden quedarse atrás y aúnan esfuerzos por estar a la vanguardia de los últimos avances. Uno de los que está en el punto de mira de los medios de comunicación son los software de inteligencia artificial que hay detrás de los chatbots, esos robots, por llamarlo de alguna manera, capaces de entablar una conversación con los usuarios sin que haya una persona de por medios.
¿Es seguro dar autonomía a una máquina que piensa?
Es una de las cabeceras clásicas que más aboga por los últimos avances tecnológicos. Tanto es así que, al igual que la plataforma Outbrain, utilizará este sistema de bots para la distribución de sus contenidos.
Los lectores apenas notan que se trata de un robot, algo que tiene que ver con la tecnología de procesamiento del lenguaje natural, y es que los bots podrán entender las peticiones realizadas por los internautas de tal manera que no se quedarán callados ante diferentes variaciones del habla coloquial o preguntas de diversa índole.
Cabe recordar que gracias a la IA, los bots son capaces de ir adquiriendo conocimientos sobre el área en el que operan, por ello, su relación será diferente con cada persona, adaptándose a la información que le suministre el usuario.
Pese a sus numerosos fallos, el público en general ha tenido un primer acercamiento a la Inteligencia Artificial con los asistentes personales de Apple y Google. Siri y Cortana han hecho las delicias de los usuarios, aunque hay que tener cuidado con este tipo de tecnología, ya que dotarle de más autonomía de la que precisa puede acarrear problemas como el caso de Tay, el chatbot de Microsoft que en un amago de rebeldía comenzó a escribir comentarios racistas y homófobos en diversas plataformas sociales.