Durante la tramitación de la ley, la presión ejercida por los lobbys y la campaña desarrollada por Google con anuncios en los diarios alemanes y a través de la web “Defiende tu web” para presionar contra la propuesta ha dado sus frutos. Finalmente se aprobó una ley más light que ha permitido que, tanto los editores como Google, estén satisfechos porque han conseguido sus objetivos.
La Asociación Federal Alemana de Editores de Periódicos (BDVZ) considera que esta ley les permite decidir cómo Google y los motores de búsqueda pueden utilizar su contenido con fines comerciales, porque el “derecho automático de uso” no está permitido. De este modo, mantienen el derecho de controlar lo que hacen los buscadores y, por tanto, determinan lo que constituye un uso justo de sus contenidos.
Mientras Google ha conseguido no tener que pagar ningún canon a los editores si solo reproduce un “pequeño fragmento” de la información, cuando en su forma original la ley establecía el pago por usar sólo una palabra de un contenido con derechos de autor. El problema es que el texto no especifica cuál es la extensión de los extractos de la información que se pueden enlazar en los buscadores sin tener que pagar. Kay Oberbeck, portavoz oficial de Google, reconoció que esta ley “no es necesaria ni útil, obstaculiza la innovación y es perjudicial para la economía de Alemania y para los usuarios de Internet”, aunque manifestó estar satisfecho porque se mantienen los resultados de las búsquedas en su forma actual.
Cuando se ha planteado el pago por el uso de los contenidos Google siempre ha argumentado que por el “principio de uso justo” puede utilizar breves fragmentos de libros y artículos de noticias y que además, su servicio de Google News es en realidad una ayuda a los editores porque dirige tráfico a sus sitios web. En su contra, los editores que buscan fórmulas alternativas de financiación ante la caída de los ingresos publicitarios, alegan el derecho de autor de los contenidos que obliga al pago de un canon por el uso de sus informaciones en las webs de los buscadores y agregadores de noticias.
Por ahora Google ha ido solucionando el problema de forma diferente en cada país. En Bélgica cerró el litigio que mantenía con los periódicos francófonos sin fijar un pago por los contenidos, pero sí un acuerdo de colaboración con los editores por el que se comprometía a ayudar a aumentar los ingresos de los periódicos, tanto a través de los modelos premium (páginas de acceso de pago o suscripciones) como mediante soluciones publicitarias.
En febrero llegó a un acuerdo con François Hollande para crear un fondo de 60 millones de euros destinados a financiar “la transición digital y la innovación" de los medios digitales lo que le permitía redireccionar los contenidos de la prensa gala. Previamente Hollande había amenazado con crear una tasa Google si el gigante norteamericano no llegaba a un acuerdo para remunerar a los editores franceses por enlazar sus contenidos
En Alemania, la solución se ha fijado a través de la ley pero la guerra entre los editores y Google se ha saldado a medias. Aprobada la ley en el Bundestag por la mayoría del gobierno de coalición de Angela Merkel, es posible que encuentre problemas en su pase al Bundesrat donde la oposición del SPD es mayoritaria y ya ha avanzado que intentara derrotar esta ley. Este primer paso legislativo parece que tendrá que ser depurado en la Cámara alta para que la ley sea efectiva porque el texto, tal y como ha sido aprobado en el Bundestag, según los expertos, tiene más lagunas que soluciones.