Nicolás Maduro comparte la obsesión por el control del relato no sólo de su mentor político, el fallecido expresidente Hugo Chávez, sino también de sus ahora colegas, el presidente de Ecuador Rafael Correa y la argentina Cristina Fernández. Maduro, vale reconocerlo, no es un hombre que deje para mañana lo que puede hacer hoy. Apenas ocupó el sillón presidencial, Globovisión pasó a manos de un empresario amigo del régimen. Ahora, en este semana, le tocó el turno al principal medio de comunicación del país, el Grupo Capriles. En efecto, el propio presidente de la compañía, Miguel Ángel Capriles confirmó la venta de todas sus empresas “a un conocido inversor venezolano” por 115 millones de euros. Pronto, los rumores le pusieron nombre a ese enigmático inversor: el banquero Víctor Vargas. Horas después, el Banco Occidental de Descuento (BOD), el quinto más grande de Venezuela, desmintió la venta a Vargas, conocido como el banquero de Chávez.
Si bien no puede compararse la línea editorial de los medios del Grupo Capriles con la clara posición opositora de Globovisión, sí es cierto que se movía en una franja que podría definirse como levemente crítica, a pesar de estar Últimas Noticias, buque insignia del grupo, dirigido por el académico Eleazar Díaz Rangel, intelectual cercano al chavismo.
Que no se conozca el nombre del comprador da pie a muchas interpretaciones. La que más fuerza toma es aquella que sostiene que el cerco a la prensa independiente finalmente se cerró. Quienes apoyan esta teoría echan mano a un argumento difícil de contradecir: “si no se está con el Gobierno, adquirir un medio de comunicación en Venezuela implica posicionarse en una situación sumamente incomoda”.
Más aún teniendo en cuenta el mensaje que envió Maduro a los empresarios periodísticos, tras ganar las elecciones por apenas un margen de 1,49%.
“Es la hora de la definición. Llamo a los medios de comunicación a la sensatez. A Venevisión, a Televen, a todos los medios, definan con quien están: ¿con la patria o van a volver a estar con el fascismo”.
Para Maduro, Gobierno y Nación son la misma cosa. Quien le ataca, ataca a la patria. Seguramente el nuevo propietario del Grupo Capriles ya tomó nota. Aunque todo indica que esa canción ya la conocía desde antes.