El uso de 'pingbacks' y 'trackbacks' ha creado redes de blogs automatizadas que ayudan a blogueros a ganar tráfico e influencia. Pero no es oro todo lo que reluce.
Los blogs son el origen de un fenómeno que han heredado las redes sociales: la influencia y relevancia digital. Conforme ha mejorado la capacidad de conexión de los usuarios, el texto se ha visto progresivamente desplazado en favor del vídeo y de otros formatos multimedia. Pero la historia del blog no ha terminado, ya que sigue siendo la puerta de entrada al mundo digital y, en la actualidad, carecer de un blog es incomprensible, por muchos seguidores que se pueda tener en las redes sociales.
Si revisamos la historia de éxito de muchos blogueros, hay dos palabras que ayudaron, sin duda, a alcanzar la ansiada fama: 'pingback' y 'trackback'. A veces denostadas, estas dos técnicas sirvieron (y sirven) a miles de blogueros como estrategia para crear una red de sitios de confianza para crecer y ganar nuevos seguidores, como se comenta en este post de 1and1. De hecho, el uso del pingback y el trackback sigue vigente en la actualidad, a pesar de que ha tenido que dotarse de herramientas para defenderse de los spammers que acostumbraron a utilizar estas estrategias como foco para publicitar contenidos no deseados por los usuarios.
Pero, ¿en qué consisten estas estrategias? En realidad es tan sencillo como poderoso, a pesar de que no se concibió para ganar influencia porque el objetivo inicial de los blogs no era hacerse millonario escribiendo en la Red: en el trackback, un bloguero A indica a un bloguero B que ha citado uno de sus posts, dejando para ello un comentario en la entrada original citada. De este modo, ambos blogueros pueden controlar el alcance de su publicación y los usuarios pueden moverse entre la blogosfera profundizando en un tema de su interés gracias a la posibilidad de acceder a artículos relacionados.
El pingback, por su parte, es la versión automatizada del trackback. Gracias a un software que instalan los blogueros en sus gestores de contenidos, el proceso se realiza de manera automática y permite, además, acceder a estadísticas más acertadas sobre el alcance de una publicación y la influencia que ha logrado gracias a los enlaces en otros blogs. Estas técnicas han ayudado a crear verdaderas estrellas en el mundo digital en sectores de todo tipo, pero también es cierto que ningún bloguero serio fiaría jamás toda su estrategia a la citación en otras bitácoras: aquí, lo importante es el contenido, y cuanto más relevante para los usuarios, mejor.
La búsqueda de influencia se ha convertido, no obstante, en una constante a raíz del éxito que obtuvieron los primeros blogueros. De ahí que existan miles de referencias en Internet sobre
cómo conseguir seguidores para un blog. Técnicas que, más sencillas o más complicadas, buscan ayudar a los perdidos principiantes a labrarse un futuro en Internet. Dos claves: perseverancia... y un poco de suerte. El resto es pura estrategia. Y ya sabes por dónde empezar.