El origen del problema se remonta al año 2009, cuando el entonces presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, aprobó la ley de radiodifusión pública, que obligaba a que el 0,9% de la facturación de los operadores de telefonía fija y móvil y de los proveedores de acceso a Internet se destinara al ente público. Ahora, Bruselas puede impugnar esa ley que supone 210 millones al año a la televisión pública, según los cálculos de la Federación Francesa de Telecomunicaciones.
La decisión, que se tomará después de que los operadores presentaran una denuncia en 2009, se hará pública el próximo mes de septiembre. Si se da la razón a los operadores, la televisión pública deberá reembolsar un millón de euros. Según “Le Monde”, France Télevisions podría necesitar muy pronto entre 200 y 300 millones de euros.
La alternativa, de la que ahora aún no habla nadie, sería recuperar la publicidad de 20.00 a 6.00, que desapareció también con Sarkozy. El Gobierno, de momento, no es partidario de esa opción, aunque hay voces que aseguran que los anuncios podrían volver, pero únicamente a France 2. “Le Monde” subraya que la publicidad sigue cayendo por la crisis y que el horario más atractivo para los anunciantes es la noche, dado que los programas de tarde y de mañana no registran tanta audiencia.
La televisión pública francesa registró, en cualquier caso, un superávit de 5,9 millones de euros en 2011 y los ingresos por publicidad ascendieron a 423,7 millones de euros, mayores a los 410 inicialmente previstos pero por debajo de los 441 millones de 2010.