“Vous commencez à payer sur Internet. Pourquoi?”, es la campaña lanzada por “LeMonde.fr” para conocer los motivos por los que sus lectores consideran que es necesario el pago de los servicios que encuentran en Internet. Un 20% de los usuarios pagan por descargar música y un 13% por el acceso a noticias. De imponerse esta nueva lógica del consumo, los medios de comunicación podrían beneficiarse de un aumento de los ingresos provenientes de muros de pago y suscripciones digitales.
Las razones esgrimidas por los consumidores para empezar a rechazar el “todo gratis” van desde una toma de conciencia social a cuestiones personales o un deseo de obtener productos de mayor calidad.
Éste último es el motivo que llevó a un lector de “The New York Times” a suscribirse al sitio cuando pasó a ser de pago en 2011. Considera que el acto de pagar implica estar financiando la creación de artículos más elaborados, algo que exclusivamente con los ingresos publicitarios no puede conseguirse, por el momento. Las suscripciones permiten a las empresas gozar de una independencia y estabilidad económica mayores que las que les proporcionan los accionistas o anunciantes. Además, detrás del acceso libre a los contenidos está una de las principales causas del aumento del desempleo.
No sólo los usuarios tienen cierta conciencia social. También hay motivos personales para decidir no optar por páginas con servicios gratuitos: evitar la invasión de anuncios publicitarios y dejar de proporcionar información a las empresas sobre gustos y hábitos de consumo. La negativa a pagar se ha vuelto contra los propios internautas, cuyos datos personales se han convertido en moneda de cambio.
Acabar con la sensación de culpabilidad al cometer un acto ilegal y el deseo de sentirse parte importante en la sostenibilidad de un servicio, son otras motivaciones importantes. Un usuario de Spotify reconoció que decidió suscribirse a esta web para acceder a un contenido de mayor calidad, por una cuestión ética y para seguir financiando a los artistas. Pero también recuerda que ha podido sufragar el gasto que conlleva la suscripción gracias a que ahora cuenta con recursos económicos que no tenía cuando era estudiante. Las personas que no manejan presupuestos elevados piensan mucho a qué webs destinar su dinero, y muchos optan por hacerlo en “Wikipedia”, una página con fines no lucrativos y de la que toda la comunidad se beneficia.
Según una encuesta realizada por la consultora Boston Consulting Group a consumidores europeos, éstos reconocen que la calidad de los contenidos culturales en línea (información, películas, juegos, libros) es mejor hoy de lo que era hace tres años y casi seis de cada diez piensan que la calidad va a mejorar. Por el momento, esta toma de conciencia de un trabajo digno detrás de la pantalla no se ha traducido en un acto masivo de compra. Pierre-Yves Jolivet, director de BCG, afirma que la voluntad de los consumidores de pagar es real, pero con una condición: “La oferta debe proporcionar un plus con respecto a lo que es gratuito, incluyendo la facilidad de uso con smartphones y tabletas”.