Después de frustrar varios intentos de fusión entre compañías de telecomunicaciones, la FCC consideró finalmente que la compra del mayor proveedor satelital de EEUU por parte de AT&T resultará en beneficio del interés público si se cumplen las medidas impuestas.
La adquisición de DirecTV, que ronda los 48.500 millones de dólares, tendrá grandes repercusiones en la industria de las telecomunicaciones a nivel mundial. Gracias a ella, AT&T se convierte en el mayor proveedor de televisión de pago, con 45 millones de abonados, 132 millones de líneas móviles y 16 millones de accesos de banda ancha. Con la fusión, la compañía podrá ofrecer nuevos servicios de vídeo en teléfonos móviles y aumentar sus ingresos por cliente al contar con una oferta más competitiva.
Las condiciones de la FCC para aprobar la compra son esencialmente tres. La primera es que la compañía se comprometa a desplegar en los próximos cuatro años “una red de fibra óptica de alta velocidad competitiva” que cubra 12,5 millones de hogares nuevos, lo que permitirá incrementar en más del 40% la cobertura en el país. La segunda exige el ofrecimiento de planes baratos de banda ancha a sectores de población con ingresos bajos. Y por último, AT&T no podrá llevar a cabo prácticas discriminatorias para favorecer a algunos proveedores de servicios de vídeo online.
A diferencia de fusiones abortadas anteriormente, como la que propusieron Comcast y TWC, esta adquisición no preocupa tanto a la FCC como la competencia en el acceso a Internet o el vídeo online, puesto que el sector de la televisión de pago está en declive en EEUU a raíz de la aparición de Netflix, informa “Le Monde”. Las organizaciones de consumidores, en cambio, sí han criticado una operación que supondrá una menor competencia en el sector.