Un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia está en primera línea en la carrera por desarrollar el medio de transporte soñado por Elon Musk. Hemos hablado con ellos.
Elon Musk quiere revolucionar el transporte. Entre otras cosas. Por eso, hace tiempo anunció su idea: un túnel por el que circularía una cápsula que, gracias al vacío, podría alcanzar velocidades superiores a los 1.000 kilómetros por hora. Ese es el concepto, pero falta la tecnología: ¿cómo hacerlo real? En lugar de estrujarse el cerebro, decidió abrir un concurso internacional para que cualquiera pueda aportar su proyecto. Y resulta que unos estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia decidieron participar... "Hicimos un equipo, presentamos nuestro diseño y ganamos dos premios, uno al mejor diseño de propulsión y otro al diseño conceptual", nos cuenta Iván Torres, responsable de levitación del grupo.
¿En qué consiste vuestro sistema de propulsión?
Iván Torres: En un compresor de aire como el de un avión que se sitúa en la parte delantera y comprime el aire que hay dentro del tubo y lo expulsa por detrás, proporcionando un empuje hacia adelante. El aire que expulsa por detrás se mete en una turbina y genera electricidad para las baterías, así que somos más eficientes que otros sistemas. También tiene un diseño de levitación que al contrario de los trenes convencionales, que tienen un raíl por debajo, tiene unos imanes en la parte superior de la cápsula que permite generar una fuerza magnética hacia el tubo sin necesidad de raíles o de fuerza adicional.
Una vez ganáis el concurso, ¿qué pasa con vuestro proyecto?
I.T.: Bueno, hay varias fases. La primera es la de diseño, que es la que pasamos. Ahora hay dos o más fases de prototipado. Elon Musk se ha comprometido a hacer dos por año, ha habido una hace algunos días en Los Ángeles. El prototipo que presentaremos en verano será para un pasajero. Cuando se acaben los concursos de prototipado, seguramente saldremos de la competición y nos estableceremos como entidad propia para desarrollar Hyperloop en Europa. Elon Musk y SpaceX no quieren hacerlo, quieren que la gente cree sus sociedades y lo haga.
¿Entonces podréis construir un Hyperloop en España?
I.T.: Sí, si tenemos suficiente financiación y medios, material… Se podría crear una sociedad para fabricarlo sin problema.
¿En qué ha consistido el premio?
I.T.: Es una dotación económica y la capacidad de seguir avanzando en el concurso, que no es poco.
¿Seguís trabajando, no?
I.T.: Sí, en un prototipo para una persona. La idea es enviarlo en verano a la competición.
La élite global del (nuevo) transporte
El grupo de la Universidad Politécnica de Valencia es de los mejor situados para hacer realidad Hyperloop, que no es una empresa en sí, sino una idea desarrollada por Elon Musk y puesta a disposición del mundo para que la haga realidad. Pero los chicos de Hyperloop UPV no son los únicos: al tratarse de un proyecto más o menos abierto, cualquiera con recursos y una buena idea puede hacerse con una parte del pastel. Ya hay al menos dos empresas que cuentan con ambos elementos: Hyperloop One ya tiene 130 millones de euros para comenzar a construir prototipos y hacer pruebas, mientras que Hyperloop Transportation Technologies, con sede en Toulouse (Francia), tiene 25 millones y un acuerdo con gobiernos y ayuntamientos de República Checa y Eslovaquia, que quieren construir un Hyperloop que una algunas localidades de ambos países.
Hyperloop One ya tiene firmado un acuerdo con el Gobierno de Dubái para hacer posible la unión del emirato con Abu Dhabi... en 12 minutos (actualmente se tarda unas dos horas en recorrer por carreteras en pleno desierto los 120 kilómetros que los separan).
A pesar de la fortaleza de estos competidores, los estudiantes de la UPV ya cuentan con más de una veintena de patrocinadores: algunos aportan dinero y otros materiales. Su éxito en el concurso de Elon Musk ha animado a muchas empresas a sumarse a ellos y a hacer de Hyperloop UPV el líder del sector. Tienen talento, buenas ideas y mucho coraje. Nada puede fallar.