Tras triunfar con iCloud y Apple Music, dos servicios basados en suscripciones mensuales, Apple ha decidido incursionar en el mundo de la prensa. La primera iniciativa fue la adquisición de la aplicación de revistas Texture. La plataforma fue creada en 2012 por Next Issue Media y estaba integrada por Condé Nast, Hearst Magazines, Meredith Corp, News Corp y Rogers Media.
Hace unos días saltaba la noticia de que Apple planeaba integrar la tecnología de Texture en Apple News con el objetivo de lanzar un servicio de suscripción de prensa premium. Lo que resultaba más sorprendente era la información que publicaba ‘The Guardian’, en la que sugería que el siguiente paso para el gigante tecnológico era la adquisión de la editora Condé Nast.
El diario británico aludía a la necesidad de la compañía de diversificar sus fuentes de ingresos. Su producto estrella, el iPhone, lleva un tiempo mostrando evidentes signos de desgaste, por lo que Apple aspira ahora a convertirse en un productor y distribuidor de contenidos. Cuando su servicio Apple Music está a punto de superar en número de usuarios a Spotify en Estados Unidos, ‘The Guardian’ se hizo eco de unos supuestos rumores que apuntaban a un interés de Apple en comprar una parte o la totalidad de Condé Nast. La compañía de la manzana reconoció recientemente que estaba comprometida con el periodismo de calidad.
B. Gene Munster, analista y experto en Apple, en seguida puso en duda esta información. En su opinión, los usuarios están menos interesados en pagar por el contenido escrito que por la música y los vídeos, por lo que cree que durante los próximos cinco años la compañía ofrecerá una oferta “todo en uno” para diferentes tipos de medios. Incluso se atreve a pronosticar un precio del hipotético paquete: 15 dólares mensuales.
Steve Newhouse, presidente de la división digital de la matriz de Condé Nast, Advance Publications, quiso atajar rápidamente los rumores asegurando a una periodista de NBC News que la compañía “no está, ni estuvo, ni estará a la venta”. Por su parte, Apple declinó hacer comentarios. Los expertos estiman que el precio de venta oscilaría entre 1.000 y 2.000 millones de dólares. Una fuente cercana al editor afirma que la familia propietaria no necesita en estos momentos la afluencia de efectivo que posibilitaría una venta.