A la hora de buscar empresas de referencia en el mundo online, buena parte de las compañías periodísticas señalan a “BuzzFeed” como el modelo a imitar. Su periodismo, basado en los titulares-cebo, le ha llevado a registrar 150 millones de visitantes únicos al mes y tener una previsión de ingresos para este año de 120 millones de dólares.
Sin embargo, existen organizaciones de noticias más modestas que han logrado hacerse un hueco en el ecosistema digital sin renunciar a realizar un periodismo de calidad. Una de esas “rara avis” es el nativo digital holandés “De Correspondent”.
Tras cumplirse un año de su nacimiento, el diario ha publicado una nota en su página web en la que el equipo muestra su satisfacción al conocer que 11.000 de sus casi 19.000 donantes han renovado ya su suscripción de 60 euros, a los que hay que sumar 17.000 nuevos abonados a lo largo del año (45 personas cada día). Para conseguir que los indecisos renueven su abono, el diario muestra dos informes en los que tratan de explicar a sus miembros en qué van a invertir su dinero.
Este éxito sin precedentes ha llamado la atención de muchos analistas que intentan descifrar cuál será el futuro de un medio cuya prioridad es el análisis en profundidad de temas que “escapan al radar de los principales medios de comunicación”. Haro Kraak destaca en “Le Courrier International” esa ambición del medio holandés por distanciarse de la batalla mediática habitual y dar prioridad al periodismo de investigación. Pero cuestiona que verdaderamente sus métodos sean los adecuados.
El contenido de sus artículos ha sido objeto de debate en la Segunda Cámara del Parlamento y sus exclusivas han destapado desde negocios fraudulentos al uso que se les da a ciertos datos personales. Sin embargo, Kraak asegura que muchos de sus artículos están escritos por personas demasiado desconectadas de la realidad, que se limitan a citar libros o recurrir a estadísticas. “De diez artículos, nueve tienen más de escrito filosófico que de investigación”. Su escasa plantilla, formada por once empleados y veinte colaboradores, parece ser la causa de que no se destinen más esfuerzos a una actividad tan cara. Tener que mantener una producción diaria elevada impide dedicar más tiempo a cada tema, aunque bien es cierto que renunciaron al ritmo de cinco artículos al día con el que comenzaron.
¿Cuál será el futuro que le espera a “De Correspondent”? ¿Podrá sobrevivir eligiendo sus propios temas e ignorando la actualidad? Curiosamente, se da la paradoja de que de los diez artículos más leídos, tres son editoriales que hablan de temas candentes. El consejo de Kraak es que se centren realmente en realizar un periodismo de investigación. No con el objetivo de buscar la primicia, sino “simplemente para explicarnos cómo funciona el mundo”.