Un estudio de BBVA pone de manifiesto la desconfianza de la gente en determinados sectores digitales, lo que lastra la digitalización de los servicios. La ciberseguridad sigue siendo una preocupación para empresas y usuarios a pesar de los avances.
“Estamos ante un problema que tenemos que resolver, pero también puede ser una oportunidad”, ha explicado Luis Fernando Álvarez-Gascón, director general de GMV Secure e-Solutions, durante el 30º Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital de Santander.
La ciberseguridad es un reto para todos, empresas y usuarios. Por eso los expertos reclaman que se convierta en una cuestión de Estado, ya que los ciberataques suponen un impacto de entre 400.000 y 500.000 millones de dólares al año. Estos casos perjudican a las empresas y ahuyentan a los usuarios, que recelan de involucrarse en determinados sectores que busca digitalizarse para ofrecer mejores servicios. Es el caso de la banca online: según una encuesta de BBVA, el 75% de los usuarios no utiliza los servicios disponibles por miedo a la seguridad de sus datos y operaciones, según reveló Julio Yepes, Global Head of Engineering Risk and Corporate Assurance del banco. Sus recetas para superar estos temores son la combinación de talento, tecnología, colaboración y contacto con los distintos gobiernos.
La ciberseguridad es un reto, pero puede suponer una oportunidad de negocio. Y parece que España está bien situada para liderar un sector en auge gracias a “una magnífica posibilidad de proyección internacional”, según destacó Miguel Rego, director general del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE). Existe una alta demanda de profesionales especializados en un sector que alcanzará los 1.000 millones de euros de facturación en 2016. “Sin ciberseguridad no se puede construir una España digital ni una economía digital”, explicó, por lo que este sector debería ser “algo de lo que preocuparse y ocuparse”.
En España se empieza a tomar conciencia de los riesgos derivados de los problemas de ciberseguridad, pero todavía queda mucho por hacer, como “afrontar las amenazas desconocidas”, explica Álvarez-Gascón. En Estados Unidos, por ejemplo, muchas empresas ya están contratando servicios especializados en proteger la vida digital de compañías y clientes, mientras que
la Administración Obama invertirá alrededor de 19.000 millones de dólares en 2017, lo que demuestra el potencial de la industria de la ciberseguridad si se invierte en la formación de profesionales especializados en el sector y se ayuda a que nazcan y crezcan empresas que puedan suministrar este tipo de servicios a terceros.