Las noticias falsas conquistan nuevos formatos en detrimento del texto, donde todos estamos poniendo el foco para frenarlas. A los 'Deepfakes', vídeos manipulados que muestran creíbles mentiras, se une ahora el audio... y no será fácil combatirlo.
Leer mentiras en Internet ni siquiera es ya un deporte de riesgo, sino una rutina a la que nos vemos obligados en mayor o menor medida y que tenemos que soportar con cierto estoicismo. Pero la mentira no es un formato, sino un veneno capaz de tomar diversas formas: texto, vídeo, imagen... y audio. Si hace poco conocimos los 'Deepfakes', vídeos manipulados capaces de mostrar creíbles mentiras, y llevamos mucho tiempo expuestos a imágenes retocadas para mostrar lo que no es, ahora le ha llegado al turno a nuestro oído, el próximo sentido que se contaminará.
Según destaca 'Poynter', los mensajes de audio falsos están en auge. Y la culpa la tiene WhatsApp, que al final también termina siendo Facebook. La diferencia es que la mentira auditiva es más difícil de rastrear y limpiar, aunque sus potenciales efectos sean similares a los de la mentira leída o visualizada. Es más, puede resultar incluso más creíble.
Auge del audio en WhatsApp
Desde que incorporara los mensajes de audio, la escena de personas paseando por la calle hablando a un móvil agarrado en extrañas posiciones a pocos puede extrañar. Los mensajes de audio son una de las funcionalidades más utilizadas de WhatsApp, hasta el punto de que muchas personas parecen ser alérgicas a seguir escribiendo mensajes.
Por supuesto, el formato ha llegado más lejos y no es difícil escuchar chistes, extractos de programas de radio o monólogos. Casi siempre impera el humor, pero al igual que los memes no son las únicas e inofensivas imágenes manipuladas que ocupan ancho de banda en la Red, los chistes no son lo único artificial que vamos a recibir en audio por WhatsApp.
En su reportaje sobre esta peligrosa moda, 'Poynter' narra ejemplos reales de mentiras en audio, desde un corte anunciando la supuesta muerte de Maradona, hasta personas que se erigen en supuestos testigos de un hecho y alertan a otros ciudadanos para que eviten peligros. Ha sucedido en México a raíz del terremoto que sacudió al país el año pasado, pero también durante las recientes elecciones. El país parece predispuesto a sufrir estos engaños auditivos por la elevada penetración de WhatsApp entre su población.
En India, por su parte, mensajes de audio falsos han servido para calentar el ambiente entre hindúes y musulmanes: algunas personas han grabado mensajes contando supuestos ataques de una comunidad a otra. Todo era mentira.
YouTube apuesta por los medios de comunicación para luchar contra las fake news
Incluirá enlaces a la Enciclopedia Británica y a Wikipedia para reforzar la veracidad de los contenidos que difunde.
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¿Cómo verificar mensajes de audio de WhatsApp?
El problema de los mensajes de audio falsos es que, a diferencia del texto o de una foto, que pueden no llevar una firma y, en cualquier caso, no muestran ningún atributo directo del autor, la escucha de la voz de un supuesto testigo aporta una alta dosis de credibilidad al hecho, especialmente si el locutor sabe jugar con el tono, la pronunciación o la estructuración del contenido. No es de extrañar que la radio sea uno de los medios en los que más confía la gente: escuchar una voz elimina una barrera que ni el texto ni las imágenes pueden derribar. El problema es que esa voz puede estar mintiendo, sobre todo si, como sucedió con la grabación del terremoto de México, el supuesto testigo que dice estar presenciando cómo un edificio está a punto de derrumbarse curiosamente se encuentra grabando su mensaje en un lugar sin ruido de fondo.
Estos matices pueden arrojar luz sobre la oscuridad que siembra la mentira auditiva, pero no será fácil desmontar los mensajes de audio falsos. De hecho, y a diferencia de los textos o las imágenes, aquí no se puede hacer prácticamente nada con un buscador o alguna plataforma de verificación. Principalmente porque los audios se distribuyen exclusivamente por WhatsApp, cuyos contenidos están encriptados.
A pesar de la dificultad para perseguirlo, los expertos en verificación dan pistas sobre
la única herramienta para combatir los audios falsos: verificar con fuentes externas a la grabación los hechos que está narrando. Tal vez una odisea que estamos pidiendo a usuarios que recibirán en un grupo la grabación y probablemente la reenviarán sin apenas pensarlo a otros grupos, creando una bola que difícilmente podrá frenar ni siquiera
la notificación que va a introducir WhatsApp sobre los mensajes reenviados. La mentira se busca las vueltas para seguir contaminando el espacio público. Y cada vez lo pone más difícil.