Así lo puso de manifiesto recientemente John Fallon, CEO de Pearson, compañía editora del diario económico, que desmentido categóricamente los rumores lanzados por la Agencia Bloomberg que apuntaban a que el grupo tenía intención de vender su buque insignia.
Fallon, que recientemente sustituyó a Marjorie Scardino como jefe ejecutivo de Pearson negó categóricamente que el Financial Times estuviera en venta: "Es una parte valiosa y muy útil de Pearson", aseguró antes de dejar claro que el diario no está en venta ni “he alentado a nadie a pensar en vender el FT. No me he reunido con los asesores, no he recibido ninguna oferta, no he hablado con nadie al respecto, ni tengo intención de hacerlo”.
A pesar de este desmentido, el directivo señaló que "todas y cada una" de las empresas "tienen que labrarse su propio camino y conseguir un éxito que garantice su supervivencia". Por ello, aunque se negó a ofrecer un desglose de los ingresos de publicidad digital y no concretó el punto de inflexión en el que el negocio de la edición en papel dejaría de tener sentido, sí explicó que en algunas partes de los EEUU, la compañía está cerrando el producto impreso, por considerarlo lo más eficiente en sus circunstancias. Sin embargo, advierte que, al tratarse de un producto global, es imposible predecir el futuro.
"Es demasiado pronto para pensar en la desaparición de los periódicos impresos e interrogado acerca del futuro de la impresión a diez años vista no dudó en decir que “honestamente” no puede saberlo: “Creo que hacer una predicción al respecto requeriría de grandes dotes de clarividencia y adivinación”, matizó.
Lo cierto es que, pese al gran prestigio del que goza Financial Times, tampoco para él parecen correr buenos tiempos. Hace apenas un mes, el diario anunció su intención de eliminar 25 puestos de trabajo en el contexto de un plan orientado a ahorrar costes y potenciar el negocio 'online' sobre el papel adaptando el tamaño del rotativo "a la era digital".
Según Lionel Barber, editor del diario, se trata de “un gran cambio cultural para el FT que probablemente sólo se conseguirá mediante un cambio estructural", señala Lionel que destaca que la intención de la compañía es la de funcionar "primero" como una medio online y "segundo" como un periódico en papel.
Esta aspiración es ya un hecho y precisamente el éxito de la versión digital del FT es lo que ha permitido a la empresa compensar parcialmente una pérdida lectores e ingresos publicitarios que parece tener al borde del precipicio a una de las grandes cabeceras europeas.
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