Hoy el Consejo de Administración de Unidad Editorial aborda en una trascendental reunión el cambio de dirección de El Mundo. El sustituto de Pedro J., director del diario desde su fundación en 1989, sería Casimiro García Abadillo, hasta ahora vicedirector. La repentina llegada a Madrid de Pietro Scott Jovane, consejero delegado de RCS, evidencia la importancia de esta reunión y de la gravedad de la situación. Ayer por la tarde Scott Jovane anuló otros compromisos y cogió el primer avión disponible para Madrid. Según fuentes italianas, el consejero delegado de RCS ha decidido tomar directamente cartas en el asunto, preocupado por las graves pérdidas, y no se excluye que se aborde también el tema de eventuales ventas o búsquedas de nuevos socios financieros para las cabeceras de Unidad Editorial.
Los números rojos acumulados estos últimos años por Unidad Editorial representan “una sangría” para los directivos italianos: en 2012 el grupo español perdió 470 millones, y otros 330,8 en 2011. Ante la grave situación, RCS tuvo que salir al rescate de Unidad Editorial con una ampliación de capital de 400 millones de euros. Los datos de difusión del periódico han empeorado y según los últimos los últimos informes el diario ABC estaría a punto de alcanzar a El Mundo. Además la facturación publicitaria de El Mundo ha retrocedido un 21%, bastante más que la media del sector. Todo esto en plena transición del negocio de la prensa escrita al ámbito digital. La gran apuesta de Pedro J. ha sido el “cambio de piel” con la instalación del muro de pago, una iniciativa pionera en España, pero que por el momento no ha dado los frutos esperados: se han alcanzado los 100.000 suscriptores, mientras que antes, con Orbyt, tenían 80.000. Este reducido crecimiento no justificaría la gran inversión realizada por el grupo.
Los directivos de RCS han constatado que “las cuentas no salen” y durante meses habían estado planteando a Pedro J. una reestructuración en el periódico, con otra reducción drástica de costes y de plantilla, a lo que el director se había negado. RCS ha llegado incluso a plantearse la venta de El Mundo, e inició gestiones con diferentes grupos editoriales y financieros, pero no encontró comprador en estas difíciles circunstancias.
Enfrentamiento con el PP
Para los italianos el propio Pedro J. se había convertido en un freno para la posible venta del periódico y en un problema no solo económico, sino también político. La reciente línea editorial de El Mundo, muy crítica con el PP y la Casa Real ha resultado muy incómoda no solo para Unidad Editorial sino también para los dueños italianos, tradicionalmente proclives a estar más cerca del poder político y económico, como en el caso de Il Corriere della Sera. El intenso seguimiento por parte de El Mundo del caso Bárcenas y del caso Urdangarin ha suscitado un distanciamiento del periódico de su tradicional posición política, alejándose de sus lectores naturales y perdiendo ventas. Y el reciente enfrentamiento público con el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonzalez, sobre el caso de su ático en Marbella y las investigaciones sobre su mujer, ha supuesto la gota que ha colmado el vaso.
Fue con motivo del lanzamiento del nuevo proyecto digital de El Mundo, en noviembre, cuando se escenificó el enorme distanciamiento entre el Gobierno y Pedro J. No asistieron miembros del Ejecutivo ni de la cúpula del PP y lo mismo pasó en los Premios Periodísticos de El Mundo, cuando el Gobierno dio otro plantón general, mientras que muchos dirigentes del PP se daban cita en la celebración del aniversario de La Razón. La ruptura pública entre el Ejecutivo y El Mundo venía después de la ofensiva del diario en verano, cuando publicó los SMS de Luis Bárcenas y Mariano Rajoy, que acorralaron al presidente del Gobierno. Paralelamente a los gestos simbólicos del Ejecutivo con estas ausencias tan comentadas, se ha estado produciendo una reducción considerable en los ingresos percibidos por El Mundo de las campañas institucionales contratadas por administraciones del PP. Es significativo destacar en este sentido que ABC se está consolidando como opción preferente frente al diario de Pedro J.
Consumada la sonada ruptura, uno de los escollos fundamentales para llegar a un acuerdo entre Ramírez y la dirección del grupo editorial es la cuantiosa indemnización que reclamaría el ex director, que podría alcanzar los 15 millones de euros. Además RCS y Unidad Editorial pretenden que Ramírez firme en su indemnización una cláusula de no competencia durante un periodo de tiempo: es decir, que en los dos próximos años, el ex director no pueda usar la indemnización millonaria para poner en marcha un nuevo proyecto -en su caso ya ha declarado que sería digital- que pudiera restar lectores, usuarios o publicidad a El Mundo.
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