Tras hacerse públicos los informes internos de “The New York Times” y la BBC en los que aparece el sitio “BuzzFeed.com” como un modelo de éxito digital a seguir, desde la web francesa “Arrêt Sur Images” ponen en cuestión el papel de esta compañía como medio innovador de referencia.
Desde el “Times” consideran que la visión digital de “BuzzFeed” es muy clara, al no verse obstaculizada por una demasiado pesada herencia impresa. Del sitio admiran sus sofisticadas estrategias sociales que les han permitido crear importantes comunidades de lectores. Por su parte, la BBC se plantea imitar sus métodos para desarrollar una personalidad online más fuerte que la que tiene ahora. Destacan principalmente que una web con tan sólo 8 años de existencia tenga un público más amplio que todos los sitios de la BBC. Incluso desde el francés “Le Monde” han alabado su fuerte presencia en redes sociales, compartiendo artículos que se convierten rápidamente en virales.
Lo que esconden estas palabras y con lo que estos medios tradicionales se sienten realmente fascinados es, según este artículo francés, con la capacidad que tiene “BuzzFeed” de atraer a tantos millones de lectores. Pero cabe preguntarse, ¿a costa de qué? ¿Cuál queremos que sea el periodismo del futuro? ¿El de las listas y los gifs animados? No parece que medios como “NYT” tengan que inspirarse en ese tipo de contenidos para ganar audiencia.
Un directivo de Facebook, Mike Hudack, ha cuestionado el tipo de periodismo que se está imponiendo en la actualidad. Puso como ejemplo de un medio cuyo criterio para elegir las coberturas mediáticas ha variado mucho estos años para peor, la CNN, para concluir que tampoco es un ejemplo de buen hacer “BuzzFeed” con sus listas intrascendentes.
Además de historias banales, “BuzzFeed” elabora informaciones serias que podrían inspirar a otros medios. Pero el problema es su manera de presentarlas: mezcladas con las listas cómicas. Presentar en un mismo espacio no diferenciado artículos triviales y políticos provoca que el lector no preste a estos últimos la atención adecuada y no se encuentren entre los más leídos. Tampoco la compañía trabaja en ellos en la misma proporción que los referentes a su tema estrella: los gatos. Desde 2006 han dedicado 22.500 contenidos a estos animales, frente a 11.700 a los políticos.
En Francia, Pierre Haski, fundador de “Rue89”, lanzó una crítica mordaz a la compañía, espetándole: “¿Tienes algo que decir acerca de los gatos, pero no sobre los periodistas asesinados?”, en alusión a la ausencia de un artículo que tratara la muerte de dos reporteros en Mali. Desde “BuzzFeed” consideran que al público le gusta que la web alterne diversión y seriedad. “Se puede interrumpir la lectura de Le Monde para acariciar a un perro”, se defienden.
El otro punto que más está siendo atacado últimamente es el de su modelo de negocio. Basado exclusivamente en la publicación de contenidos patrocinados por las marcas, peor que un publirreportaje, a juicio de “Arrêt Sur Images”, es un método cuestionable periodísticamente y difícil de trasladar a medios tradicionales (el “NYT” ya ha sido criticado por introducirlo). Según el director de la empresa especializada en estadísticas web, Chartbeat, la publicidad nativa al rescate de la prensa es un mito, porque el lector no se deja engañar y casi nadie lee estos contenidos. En porcentajes, ante un artículo clásico, dos tercios de los lectores se quedan en él más de 15 segundos. En uno nativo caen a un tercio. Además, en el artículo tradicional, el 71% de los lectores se deslizan por la página para leerlo, mientras en el patrocinado sólo lo hacen el 24%.