www.media-tics.com

Anticiparnos al cambio en un mundo cada vez interdependiente

Por José Luis Zunni
martes 11 de octubre de 2022, 13:00h

La historia de la humanidad es una evolución del cambio. Podríamos decir sin temor a equivocarnos, que las mutaciones que hacen los microorganismos son también, salvando las distancias, aquellas que experimentan las sociedades y países a través de diferentes épocas. Porque la naturaleza de todo lo vivo (lo que existe) está condicionada por el cambio.

En el ámbito social, económico y político, no se puede comprender el presente sin saber cómo se ha enfrentado el cambio en el pasado. Y por regla de tres, no podremos anticiparnos al cambio en el futuro si no tenemos la capacidad de adaptarnos a él cuando dicha mutación es positiva; de neutralizarlo, cuando lo que se modifica lo consideramos negativo; de influir en él cuando lo enfrentamos tratando de gestionarlo adecuadamente porque sabemos cómo hacerlo y necesitamos asumirlo como parte de la normalidad cotidiana.

Anticiparnos al cambio en un mundo cada vez interdependiente
Ampliar
Una de las civilizaciones más antiguas del mundo y cuna de la filosofía oriental, la china, lloran cuando una nueva criatura viene a este mundo y ríen cuando una persona muere. El ciclo de la vida y la muerte aceptado con resignación. Esto nos lleva a una pregunta: ¿qué motivos podemos tener hoy para reír?

Debería comenzar mi aportación de hoy con un lamento generalizado que demuestre nuestra capacidad de realizar una profunda reflexión. ¿Por qué? Una vez más aprendamos del pasado, ya que, en los estudios antropológicos sobre diferentes culturas y pueblos ancestrales, el lamento anunciaba un cambio de situación, de las circunstancias que atravesaban. Podríamos llamarlo: un cambio de ciclo (sequías, inundaciones, malas cosechas, etc.).

¡Qué es lo que ha cambiado con una pequeña evolución de 10.000 años!

El lamento del hombre es reemplazado por el lamento del mercado, es nuestro mundo conocido, ya que cuando se pronuncia (los movimientos de los mercados) son como lamentos que anuncian cambios de ciclo, o acomodamientos, como si fueran las placas tectónicas de la tierra.

Pero lamentablemente estamos viviendo una época en que estas placas tectónicas de la economía se mueven sin un motivo aparente, no necesariamente responden a un cambio de ciclo geológico económico, sino que lo hacen como sistema, como una especie de acostumbramiento a estados de volatilidad e incertidumbre.

La pregunta es ¿en beneficio de quiénes?

¿De qué sistema?

Al adentrarnos en su realidad vista desde la óptica de los responsables de las organizaciones que toman decisiones, que deben elegir entre una o varias decisiones estratégicas de las cuales dependerá el futuro de la organización, el lamento de los mercados es una manifestación de impotencia y fracaso: impotencia, porque parece evidente que el hombre ya no controla nada, y fundamentalmente debido a que nuestra sociedad actual es un gran sistema “interdependiente”; fracaso, porque las convulsiones que arrecian y atenazan al mundo actual son cada vez más impersonales, por no decir impropias de una civilización tan avanzada.

Nos escudamos en sistemas, leyes, comportamientos, conductas, costumbres y obviamente, en organizaciones.

Pero más allá de la postura realista (que no pesimista) que estoy asumiendo, busco al mismo tiempo un mensaje de optimismo, que nos sea revelador de la importancia que tienen las organizaciones en la vida de los hombres. Simultáneamente, queremos profundizar y comprender cuáles son las condiciones en las cuales deben vivir en el mundo globalizado actual estas organizaciones, y más aún, interpretar las decisiones de los responsables de las organizaciones como pieza fundamental del determinismo tecnológico y social.

O sea que se produce, queramos o no, un enfrentamiento entre personas vs. organizaciones y de organizaciones vs. el sistema. La otra pregunta que surge, es ¿quién controla el sistema?

Parece entonces que, mirando a la antigua civilización china, los chinos tenían motivos suficientes y bastante razón para llorar. La sociedad en su conjunto se ha visto alterada en los últimos años a una velocidad y profundidad en los cambios como nunca antes había ocurrido. Está cambiando nuestra forma de vida y el desafío es cómo prepararse para neutralizar sus efectos negativos.

La concepción del tiempo que tienen las personas

Especialmente nos interesa las perspectivas que cada uno tiene de su vida y cuáles son respecto al entorno. La gestión del cambio no está teniendo éxito en el actual proceso de globalización que ya lleva treinta años, porque no se ha tenido en cuenta sencillamente al FACTOR HUMANO. A pesar de la afirmación de que el “Hombre es la medida de todas las cosas”, hemos prescindido de los VALORES HUMANOS y este es el estrepitoso fracaso del proceso global al que estamos sometidos.

Por tanto, el proceso de cambio acelerado y continuo ha tenido dos tipos de consecuencias a escala global:

Consecuencias directas:

*En los gobiernos.

*En los niveles de decisión de las diferentes Instituciones Internacionales que regulan el comportamiento socio-económico mundial.

*En las corporaciones industriales y financieras multinacionales.

*En el nivel de vida de los habitantes produciendo el mayor nivel de desigualdad económica en los últimos 500 años a pesar de un desarrollo científico y tecnológico inigualable en la historia de la humanidad.

Consecuencias indirectas:

* Los mecanismos de generación de riqueza y distribución de la misma.

* Los hábitos de consumo y nivel de poder adquisitivo de los habitantes.

* El nivel de percepción que los ciudadanos tienen de las organizaciones y de los agentes económicos y sociales en general.

¿Quiénes son los responsables de los efectos negativos de la globalización?

Sin duda, todo apunta a una profunda crisis de liderazgo, especialmente en los países desarrollados y en los ámbitos de decisión más importantes del mundo, como es Estados Unidos y la Unión Europea y en las organizaciones supranacionales FMI, Banco Mundial, etc. Pero es que, además, la revolución tecnológica y la aceleración de la transformación de las estructuras organizativas, que han provocado despidos masivos y falta de reacomodamiento de millones de personas que entraban en el desempleo, por falta de políticas adecuadas para lograr lo que se conoce en economía en cuanto al mercado de trabajo, como TRANSFERENCIA HORIZONTAL en la economía.

Como consecuencia de ello, no ha habido capacidad de respuesta ni gubernamental ni organizacional frente a la disrupción tecnológica por no haber contado con una convergencia de políticas de gobierno nacionales, organismos internacionales y organizaciones privadas en materia de empleo y formación

¿Cuál es la característica de la sociedad actual a nivel global?

- La inestabilidad permanente.

- La incertidumbre respecto al futuro.

- La debilidad estructural de las economías de los terceros países.

- La mayor presencia en el comercio mundial de los primeros países y bloques económicos.

- La volatilidad de los mercados.

- La ruptura de los ciclos económicos tradicionales de corto, mediano y largo plazo.

¿Qué consecuencias trae aparejadas esta tipología de mercados en la sociedad y en las Organizaciones?

Se han visto afectados tanto los procesos, como los productos y el propio mercado. Pero lo esencial que ha sido impactado es la propia toma de decisiones. ¿Cómo se explica esto? El alto nivel de renovación tecnológica en los productos y procesos productivos, junto a la aceleración de los ciclos de vida de los productos, a lo que se le suma el comportamiento errático de los mercados, está condicionando la toma de decisiones. Los líderes se ven obligados a tomar decisiones estratégicas en más terrenos de incertidumbre.

El proceso de desequilibrio en el crecimiento y evolución de las economías

- Los movimientos financieros especulativos y de inversiones extranjeras de corto plazo.

- Los movimientos de capitales e inversiones se han aprovechado de regulaciones demasiado frágiles, situación que explotó en la Crisis Financiera Internacional de 2008-2009.

- O aún, habiéndolas (tales regulaciones), se han impuesto más por urgencia para atender crisis económicas y sociales, que por un procedimiento pensado en las reales necesidades del país o región en cuestión.

La pregunta si se está a favor o en contra del proceso globalizador ya no tiene sentido

Cuántas veces escuchamos aquello de estar a favor o en contra del proceso globalizador. Es una pérdida de tiempo, porque es un hecho que existe, elemento básico del cambio social, económico, cultural y político al que estamos sometidos, por lo que debemos adaptarnos al cambio e interpretarlo, lo que nos facilita conocernos mejor a nosotros mismos.

Pero lo que sí deben entender los líderes mundiales, es que persona y proceso (el globalizador) deben ir de la mano, sino es ir en sentido contrario de la historia. Y cada vez que el hombre ha ido en sentido contrario a ella, sus consecuencias han sido nefastas.

Con frecuencia se han pretendido justificar teorías del todo inaplicables, o que pudiendo ser aplicadas, sus consecuencias eran totalmente lesivas para las naciones. Cuántos casos ha habido de que se encontraba un beneficio para una nación basado en algún principio económico impuesto desde el poder, pero era a costa de la población que sufría las consecuencias de los ajustes, especialmente en el tercer mundo.

Por eso, la “Henry Hazlitt Foundation” de Estados Unidos afirma que “una de las más graves falacias económicas es la tendencia del hombre a ver sólo los efectos inmediatos de una determinada política, o sus efectos sobre un grupo especial, olvidándose de los efectos a largo plazo para toda la sociedad”.

Y este es un punto clave del análisis: la inequidad e injusticia que se produce cada vez que se omite el factor humano en toda su extensión. Se puede legislar, pero hacerlo inadecuadamente o peor aún, con agravios comparativos. Por tanto, necesitamos líderes mundiales (desde ya que confiamos en una nueva generación de líderes políticos que tomen el relevo) que estén más acostumbrados al cambio y su gestión, al mismo tiempo que a la consideración inevitable de la interdependencia de todos los componentes de la sociedad mundial. Somos más interdependientes que nunca. Tiene una ventaja, aunque al mismo tiempo puede ser un factor desestabilizante por la desproporción en la distribución, por ejemplo, de la riqueza de una región.

Finalmente, no debemos olvidar que los derechos individuales son inalienables y ningún poder ni jerarquía tiene derecho alguno a vulnerarlos. No es el cambio el que los vulnera, sino la mala gestión del mismo, la falta de anticipación al cambio por venir, cuando hay tecnología más que suficiente para que podamos ir unos pasos por delante.

José Luis Zunni es director de ecofin.es y vicepresidente de FORO Ecofin. Director de ECOFIN Business School y coordinador de ECOFIN Management & Leadership. Director del Centro de Liderazgo de la EEN (Escuela Europea de Negocios) y coordinador académico de la Red e Latam del grupo media-tics.com. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014. Conferenciante. Ponente de Seminarios de Liderazgo y Management de la EEN y coordinador del FORO DE MANAGEMENT Y NUEVA ECONOMÍA DE LA EEN. Autor de ‘Inteligencia Emocional para la Gestión. Un nuevo liderazgo empresarial’, coautor de ‘Liderar es sencillo. Management & Liderazgo’ y coautor con Ximo Salas de ‘Leader’s time (Tiempo del líder)’

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)
Compartir en Meneame

+
0 comentarios
Portada | Hemeroteca | Índice temático | Sitemap News | Búsquedas | [ RSS - XML ] | Política de privacidad y cookies | Aviso Legal
MEDIATICS SYSTEMS CORP

CEO: JUAN ANTONIO HERVADA

1801 CORDOVA ST

CORAL GABLES, FL 33134 US

NIF 85-0731544

Tel:+1 720 432 1016 - +1 786 327 0854

email: [email protected] Contacto
Cibeles.net, Soluciones Web, Gestor de Contenidos, Especializados en medios de comunicación.