Es la conclusión de la NTSB. El vehículo lanzó alertas durante más de media hora para que el conductor tomase el control del volante, pero solo lo hizo durante 25 segundos.
Joshua Brown, un exmarine de 45 apasionado por los vehículos autónomos, murió el 7 de mayo del año pasado en un accidente en el que se vio involucrado su Tesla Model S cuando un camión realizó un movimiento temerario. La primera versión apuntaba a un posible fallo en el sistema 'Autopilot', que no habría podido evitar la colisión, y a que Brown iba viendo una película de 'Harry Potter' mientras el vehículo conducía en modo autónomo. Ahora, y tras más de medio año de investigación, la National Transportation Safety Board (NTSB) ha concluido que Brown no hizo caso a las señales que enviaba su Tesla para que tomase las riendas del vehículo, por lo que exonera a la compañía de Elon Musk de toda culpa.
En concreto, la NTSB concluye el conductor recibió durante más de media hora señales puntuales que indicaban la necesidad de controlar el vehículo de forma manual. Cita hasta siete avisos de tres segundos de duración, pero el conductor solo habría hecho caso durante 25 segundos en esos 30 minutos. Además, Brown no habría utilizado los frenos de su vehículo para evitar la colisión y fijó apenas dos minutos antes del accidente la velocidad de crucero en 119 km/h, mientras que la carretera tenía una limitación a 100 km/h.
Sin embargo, la NTSB también explica que Brown no se encontraba viendo una película mientras circulaba. Asimismo, indica que el conductor del camión será investigado por una violación del tráfico y tendrá que declarar como parte de la investigación.
Tras el accidente, Tesla revisó su 'Autopilot' e introdujo una modificación que "habría evitado la muerte" de Brown, según explicó la compañía en su momento. En concreto, establecieron que un conductor no podría seguir utilizando el piloto automático en caso de obviar las señales de aviso que indican la necesidad de tomar el control manual del vehículo. De esta forma, Tesla se asegura de que los conductores no puedan hacer caso omiso de las señales, viéndose obligados a tomar el control en caso de necesidad; hasta ahora no era más que una sugerencia.