El nuevo diseño de “El País”, a los pocos días de tomar posesión como directora Pepa Bueno, una periodista de probada solvencia, se centra esencialmente en su edición digital, que ahora es más clara, ordenada y diversa, especialmente en el formato móvil, que es cada día el más esencial. Chirría la publicidad, todavía muy invasiva, e intolerable para los suscriptores, que pagan para no tener que soportarla, como hace con acierto eldiario.es.
“El País” ha logrado 145.000 suscriptores, de los cuales 36.000 lo son a la edición impresa. Los suscriptores digitales pagan 10 euros al mes. Es fácil deducir que los ingresos por suscripciones digitales, aunque crezcan notablemente, no enderezarán las maltrechas cuentas de resultados del diario. Visto en perspectiva global, el “New York Times” tiene 7,5 millones de suscriptores de pago. Pero si nos ceñimos al ámbito del español, que nos debe importar mucho, el digital argentino Infobae, tiene 95 millones de usuarios únicos, cuatro millones de seguidores en Facebook, por ejemplo. El otro grupo argentino, Clarín, tiene también una posición hegemónica. Debemos señalar que “La Vanguardia” tiene 22 millones de usuarios y “El País” ha caído a 19 millones, según Comscore, que es un coladero de mentiras.
Las acciones de Prisa, editora del “El País”, están por los suelos, 58 céntimos la acción, lo que significa que vale en bolsa la ridícula cantidad de 409 millones de euros. Salió a bolsa a 20,8 euros por acción, con una capitalización de 4.550 millones. Solo el fondo Amber, principal accionista con el 28,8%, lleva invertido unos 350 millones en Prisa. Claro que en 2007 el diario en papel vendía todavía 425.000 copias y ahora está en unos 70.000.
Ahora veamos la portada del “El País” en papel y la estructura de las secciones y es fácil llegar a la chocante conclusión de que son básicamente las mismas de ¡hace 45 años!. No, no han asimilado la revolución digital ni el trepidante cambio tecnológico. La información a nivel global es una sopa contaminada en la que solo los productos de alta calidad tienen sentido y futuro. Para eso hay que contratar a los mejores profesionales disponibles, aquí, en Argentina, en México, en Colombia o Uruguay, por citar algunos. O entre los 60 millones de hispanos dentro de EEUU. Los despidos sin ton ni son y los Eres son el camino del suicidio lento. Véase el caso “Washington Post”, por poner un ejemplo. O “The Economist”, la revista más influyente del mundo.
Y distinguir la información común en los medios, de carril, adelantada por la TV y las radios y los digitales, que es una “commodity” que tiene coste cero, de la información propia de calidad, que ayude a tomar decisiones bien fundamentadas. No tiene sentido imprimir “commodites”.
El grupo Vivendi ya tiene el 9,9% del capital de Prisa. ¿Harán los franceses lo que no hemos sido capaces de hacer los españoles? ¿O el grupo New York Times asaltará el mercado hispano? ¿O lo harán los alemanes de Axel Springer?
No se pierdan el próximo capítulo.